El huracán Florence convertido en depresión tropical sigue causando estragos a su paso por el sureste de Estados Unidos, debido a las intensas ráfagas de viento y a las fuertes lluvias, provocando el desbordamiento de ríos y la muerte de 23 personas.
La trayectoria del fenómeno metrológico hacia el interior, ha provocado destrozos a su paso. El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, advirtió de que las vidas corren mayor peligro a medida que aumentan “las aguas enojadas” y adelantó que habrá inundaciones hasta al menos el próximo miércoles.
Los vientos y lluvias torrenciales han afectado ya a la ciudad de Charlotte en Carolina del Norte, la ciudad que había acogido a los evacuados de las costas del estado. En todo Carolina del Norte hay cerca de 14,000 personas durmiendo en los 124 refugios disponibles.
Las ráfagas de viento y las históricas lluvias mantienen sin electricidad a más de 700,000 hogares en las dos Carolinas, estados en los que Florence se ha estacionado, ocasionando un alarmante aumento en el nivel de arroyos, ríos y lagos, lo que mantiene en alerta a las autoridades de ambos estados.
Donald Trump, ha expresado el «respaldo total» del Gobierno federal a las autoridades locales, que luchan por contener las inundaciones.
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