En las últimas horas se confirmaron dos nombramientos de ex presidentas del PRI en Ciudad Juárez: Mayra Chávez Jiménez es nombrada delegada del Bienestar en Chihuahua y Adriana Terrazas Porras es la nueva representante del Gobierno del Estado de Chihuahua en la Ciudad de México. En ambos casos, son ex priistas que no se distinguieron por sus ideas o acciones en el escuálido partido hegemónico que dominó el siglo XX en nuestro país.
A juzgar por su paso por la política, este no ha estado lleno de actos que nos digan que las ex dirigentes priistas se han distinguido por su talento en el servicio público o por sus iniciativas o ideas de alto contenido social. Esto explicaría por qué MORENA, en el caso de Chávez Jiménez, o el PAN, en el caso de Terrazas Porras, abren sus espacios para aprovechar su inteligencia y don de servicio. Si fueran políticas connotadas y avaladas por sus biografías, la explicación de este abrigo sería plenamente entendible.
Se debe gobernar con los más capaces, pero los más capaces en el trabajo, los distinguidos en el servicio público, situaciones que aquí no vemos.
Una vista rápida a Terrazas
Habilidad y talento no son lo mismo. Recuerdo a Adriana Terrazas Porras como directora de Comercio Municipal en el Consejo Municipal que gobernó Ciudad Juárez durante once meses, luego de la anulación de las elecciones de 2001, las cuales fueron repuestas por la acción decidida del gobernador de ese entonces, Patricio Martínez García, quien se resistía a no recuperar la plaza para el PRI, e hizo de todo para lograr su propósito. Aunque finalmente fracasó y el PAN ganó dos veces con la candidatura de Jesús Alfredo Delgado.
Luego fue regidora en la primera administración de Héctor Murguía Lardizábal, y sus momentos estelares en el PRI fueron cuando César Duarte la impulsó a la presidencia del Tricolor en la frontera. Su hecho más connotado fue cambiar el nombre del edificio partidista de Teófilo Borunda a César Duarte Jáquez, aunque el cambio de nombre duró poco, ya que se impuso el criterio de que debería llevar el nombre de Teófilo, por el simple hecho de que el mismo fue regalado por Borunda Ortiz.
Fueron más famosos sus tiempos pasados en el bar El Museo, que se decía era de su propiedad y donde desahogaba penas… En realidad, pasó por el PRI como un accidente más de la política. De ahí la sorpresa de que llegara por la vía plurinominal al Congreso del Estado de Chihuahua… Ah, las guapas venezolanas de El Museo aportaron lo propio.
Una vista rápida a Mayra
El abrigo de MORENA a Mayra Chávez es todavía más desconcertante. También llegó a la dirigencia del PRI en Ciudad Juárez, impulsada por César Duarte, y con el ascenso de MORENA buscó y encontró rápido cobijo, primero con el hoy senador Juan Carlos Loera y ahora con su jefa directa Ariadna Montiel.
Del PRI, nada memorable, salvo algunas acusaciones de corrupción que son lugar común en el Tricolor, nada de qué sorprenderse.
Fue la coordinadora de la chihuahuense Hannah de Lamadrid en 2024, quien ya en 2015 trató de llegar a la alcaldía de Coyoacán por el PRI; en ambas ocasiones perdió con los candidatos del PAN.
Mayra y Adriana son, pues, un par de ex priistas, con todo lo que ello conlleva, que por las circunstancias de la política son cobijadas, y muy bien cobijadas, por el PAN en el caso de Adriana y por MORENA en el caso de Mayra… Explicación lógica no hay.