Guadalajara, Jalisco.- Conmociona al país el hallazgo de un campo de exterminio y crematorio del CJNG en Jalisco: la estratégica ubicación del rancho Izaguirre en Teuchitlán. Lo encontrado recuerda los campos de exterminio nazis.
En el lugar se hallaron centenas de pares de zapatos, identificaciones, ropa, listas con apodos e incluso una carta de despedida. El rancho ya había sido investigado por la fiscalía del Estado de Jalisco en septiembre de 2024, pero los alcances recién fueron descubiertos.
El reciente descubrimiento de un campo de adiestramiento operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha conmocionado a México. El lugar, registrado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, podría poner fin a la incertidumbre de cientos de familias que buscan a seres queridos desaparecidos, pues en él no solo se hallaron objetos personales como ropa, zapatos, carteras, mochilas e incluso identificaciones, sino también restos óseos en al menos tres crematorios clandestinos.
Cabe mencionar que Guerreros Buscadores de Jalisco es un colectivo de alrededor de 40 personas, sin subsidios ni ninguna personalidad jurídica, simplemente personas en busca de sus seres queridos. Sin recursos ni subsidios, lograron encontrar lo que algunos comentaristas de televisión han llamado el Auschwitz mexicano.
Fue el pasado 5 de marzo de 2025 cuando, después de recibir una llamada anónima que alertaba sobre la posible presencia de restos humanos en una propiedad, integrantes del colectivo acudieron al rancho Izaguirre en compañía de cuatro vehículos de elementos de la Guardia Nacional (GN).
El predio, ubicado en la localidad de La Estanzuela, perteneciente al municipio de Teuchitlán, Jalisco, ya había sido identificado por las autoridades del estado en septiembre de 2024, cuando agentes de la GN irrumpieron en la localidad y detuvieron a 10 hombres que portaban armas.
Sin embargo, en esta ocasión, las acciones encabezadas por el colectivo confirmaron que el lugar era utilizado por el cártel de las cuatro letras como un campo de adiestramiento de víctimas de reclutamiento ―en su mayoría forzado―. Y nada pasó, no encontraron más.
Entre otras cosas, destaca que el rancho se ubica en una zona poco habitada. Fotografías compartidas en redes sociales por el colectivo refieren que en el lugar eran privadas de su libertad mujeres y hombres, a quienes se les adiestraba para realizar distintas actividades ilícitas.
Datos del gobierno estatal indican que La Estanzuela cuenta con poco más de 2 mil habitantes. Se ubica a aproximadamente 59 kilómetros de distancia de Guadalajara y a 7.5 km del centro de Teuchitlán.
Al corte de las 13:00 horas del 8 de marzo de 2025, la Fiscalía del Estado (FE) de Jalisco no había ofrecido ningún informe sobre el hallazgo. Sin embargo, miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco han revelado durante las últimas horas detalles sobre los indicios al interior del predio. Además de tres crematorios con huesos calcinados, se localizó:
- Calzado femenino y masculino (tenis, botas, zapatillas, huaraches, sandalias, entre otros);
- Prendas femeninas y masculinas (uniformes, chamarras, playeras, blusas, pantalones, cinturones, etcétera);
- Carteras y billeteras;
- Artículos de aseo personal;
- Mochilas y maletas;
- Cargadores para armas e identificaciones diversas.
También se encontró un altar con figuras de la Santa Muerte; listas con decenas de apodos, libros, llaves, medicamentos, señales de tránsito que eran utilizadas para prácticas de tiro, una carta de despedida e incluso una Biblia con fotografías de un menor de edad.
Jalisco no es la única entidad en la que se han desmantelado campamentos de entrenamiento relacionados con el narcotráfico. Michoacán, Tamaulipas y Sonora también han sido escenario de ellos y es una situación que hoy en día continúa presentándose, por lo que se cree que, a pesar de los años, la forma de reclutamiento persiste.
Diversos informes e investigaciones periodísticas refieren que organizaciones criminales, como el CJNG, aprovechan el elevado nivel de marginación de algunas entidades para unir a sus filas a jóvenes. A algunos se les ofrece directamente llamativos “salarios” para convertirse en sicarios, mientras que otra parte ―su mayoría― es reclutada forzosamente mediante ofertas laborales falsas o secuestros.
Los reportes señalan que la edad de las víctimas oscila entre los 20 y 25 años.
El campo de exterminio de Jalisco nos recuerda que vivimos en el horror.
Jacques Coste, analista e historiador internacionalista, escribió:
“Como siempre ocurre en México, fueron los colectivos de búsqueda de personas quienes tuvieron que hallar los crematorios clandestinos. Las autoridades pusieron el pretexto de que había sido muy difícil hallar los restos humanos porque los criminales hicieron muy buen trabajo escondiéndolos bajo una capa de tierra y una capa de ladrillo. Vaya cinismo.
“Este horroroso caso arroja preguntas muy incómodas para la sociedad mexicana, para el gobierno local de Pablo Lemus y para el gobierno federal de Claudia Sheinbaum. ¿Por cuánto tiempo operó, en impunidad, el Rancho Izaguirre? ¿Cuántos de estos megacampos de entrenamiento y exterminio tiene el Cártel Jalisco Nueva Generación en esta entidad? ¿Y cuántas instalaciones similares tienen ése y otros grupos criminales en todo el territorio nacional?
“En vez de desarticular las redes de tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, ¿no sería más útil entender mejor para desactivar las redes de desaparición de personas? ¿No sería mejor eso para los mexicanos y las mexicanas? ¿No sería más útil para resolver la crisis de violencia, muerte y horror que atraviesa el país?”, con estas inquietantes preguntas termina su texto Jacques Coste.