Investigación y texto de José Luis Muñoz Pérez
Surgió de una arbitrariedad, de un martirologio romano, de una ejecución pública cruel y sangrienta por una audaz desobediencia enmendando al poder supremo. Pero gracias a un certero y genial golpe de timón y a varios afortunados eslabones, hoy es motivo y ocasión para festejar el Amor y la Amistad, sin duda dos de los más sublimes sentimientos de la humanidad. La tradición dice que sucedió el año 269, en Roma, un día como hoy 14 de febrero hace mil 756 años, cuando un sacerdote cristiano llamado Valentín fue torturado y lapidado hasta morir por el delito de casar en secreto a soldados del ejército romano, desafiando la autoridad del Emperador Claudio II, que lo tenía estrictamente prohibido, suponiendo que sin esa “distracción” mostraban mucho mejor desempeño, arrojo y valentía.
Pudo ser uno más entre los miles de cristianos martirizados por los romanos que se perdieron en las brumas del anonimato, pero 225 años después, en el 494, ya con el cristianismo como religión oficial, predominante y en boga, y con el Imperio Romano de Occidente desmoronado -desde el año 476- el Papa Gelasio I, que seguía luchando contra las prácticas paganas aun arraigadas en el pueblo, y deseoso de sacudirse las celebraciones de la Lupercalia, le encontró una fabulosa utilidad práctica a su historia.
La Lupercalia -o Las Lupercales- eran festejos muy populares, gustados y concurridos, dedicados a la fertilidad. Su nombre proviene del latín lupus, lobo, en fusión con hircus, macho cabrío, ambos vinculados con la fuerza sexual y la lascivia, representados por el semidios Fauno, el favorecedor o portador de la potencia y el ímpetu reproductivos, que tomó el sobrenombre de Luperco. Tenía características therianthropes, con tronco y rostro humanos, patas y cuernos de cabra y cola de lobo, pero era bello.
Acólitos y adláteres se reunían en la gruta “sagrada”, al sur del Palatino, en la que la tradición sostiene que la loba amamantó a Rómulo y Remo, hijos de Marte y de una hermosa princesa vestal, donde el sacerdote sacrificaba una cabra. La destazaban y desollaban y con su piel trenzaban fuetes. Con ellos los niños salían a la calle para azotar mujeres, todas ellas gustosamente dispuestas. Entendían que con ese hechizo incentivaban su fertilidad.
Durante 3 días los ritos y festejos se coronaban con sexo salvaje y licencioso, en gran parte didáctico y en lugares públicos, para que los y las jóvenes perdieran miedo y reticencia al goce carnal, y los mayores dieran rienda suelta a sus lujuriosos impulsos.
Estas fiestas se celebraban en ante diem XV Kalendas Martias, es decir 15 dias antes de las calendas (día primero) de marzo, lo que equivale exactamente al 14 de febrero. Hilada y evidentemente, era la víspera del inicio de la segunda quincena de febrero -último mes del ciclo anual- dedicada por completo a Juno Februata, advocación de la grandiosa madre Juno, divinidad del matrimonio, el parto, la familia, y por supuesto, del sexo fértil. Februata proviene del término latino februum, o Februa que significa Purificación.
Luego entonces febrero era el mes de la purificación y la expiación.
Como recordamos, Ovidio, en el libro segundo de Los Fastos que escribió para explicar las festividades y rituales romanos y proporcionarnos una visión general de su mitología, dedica un capítulo a relatar origen y significado de cada uno de los meses. De Febrero, Februarius, nos dice que “lo llamaron así por Februa, pues creían que todo pecado y causa del mal podría ser borrado por los ritos establecidos para los últimos días del año”.
El sitio Mujerologías de Facebook, postea sabiamente:
Febrero es el mes por excelencia dedicado al Divino Femenino. Es en febrero que comienza a dar paso la Vida, tras el periodo profundo del invierno, y poco a poco los rayos del Sol y el Fuego Uterino de la Tierra comienzan a pulsar los incipientes inicios de la Primavera. Es el momento adecuado para invocar a la Gran Madre, renovando fe y esperanza, pues bajo el aspecto de Juno Februata rige el Amor erótico manifiesto en la calentura sexual que llega con la primavera.
Una de las prácticas más habituales y favoritas de honrar a esta deidad consistía en insacular los nombres de las jóvenes de la ciudad en una caja. Luego cada joven varón de los que hacían fila extraía uno de ellos obteniendo ambos el derecho de ser pareja sexual, por decisión de los dioses. Frecuentemente el ejercicio terminaba en matrimonio.
Esta venturosa coincidencia en las fechas fue más que suficiente en la bendita inspiración de Don Gelasio para vincular el martirio de Valentín con las Lupercales y la celebración de la Juno Februata, así que canonizó ipso facto y merecidamente al sacerdote mártir.
Además, la antroponimia le vino de perlas, pues Valentín, claramente procede del latín Valentinus, hombre de valía, derivado a su vez de ‘valens‘ (fuerte, vigoroso), lo que lo hacía un mártir estupendo.
El registro oficial de la Iglesia Católica indica que el primer día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494.
Le siguió un gran despliegue de eficaz propaganda en miles de templos.
Poco a poco, o mejor dicho a gran velocidad, conforme se expandió la penetración cristiana en la Europa medieval San Valentín fue sumando fama y, más aún, se fueron agregando mitos y leyendas a sus méritos.
Una de estas que aún pervive relata que estando preso Valentín escribió una carta a la hija ciega de su carcelero, Julia.
Antes de que fuera torturado, lapidado y decapitado por orden del emperador, Julia recobró la vista y pudo leer la firma: Tu Valentín.
Ya también era milagroso.
En los primeros siglos después de su canonización, los templos decoraban sus altares y celebraban servicios religiosos en su honor, los fieles realizaban ayunos y peregrinaciones a los lugares asociados con su vida y martirio, especialmente a la llamada Porta Flaminia, un acceso de la muralla Aureliana construido en el siglo III, lugar donde se supuso entonces -y uno de los muchos donde actualmente se supone- que fueron resguardados sus restos, pronto conocido como Puerta de San Valentín.
Al llegar el nuevo milenio, ya muy distante de las licenciosas fiestas paganas, la Iglesia Católica había conseguido su propósito. La devoción al santo se enfocaba en su amor y dedicación a Dios y la comunidad cristiana veía en él un ejemplo de amor a la virtud matrimonial como sacramento, es decir, siempre amor espiritual y piadoso. Luperto y sus disipaciones habían quedado olvidados, sepultos en centurias de medioevo.
Así llegó el siglo XIV cuando un iluminado filósofo y poeta vino a cambiar el destino de Valentín: Geoffrey Chaucer.
Diplomático y políglota que dominaba y traducía italiano, francés y latín, Chaucer sin embargo no publicaba sus obras literarias, pues aun no existía el concepto del libro masivo. Los autores y poetas escribían a mano y si acaso se hacían, de muy pocas, una o dos copias para obsequiarlas a grandes personalidades. Chaucer no se ganaba la vida escribiendo, pero los mecenas nobles lo honraban y favorecían leyendo, escuchando y agradeciendo su poesía.
Tal es el caso de su primer volumen, llamado El Libro de la duquesa.
Dedicado a la recién fallecida Blanca de Lancaster, esposa de su protector y amigo Juán de Gante de quien fue una especie de secretario y embajador, el libro, escrito a modo de consuelo para el afligido viudo en un género poético conocido como “del amor cortés”, una visión onírica de la Edad Media, le valió una renta vitalicia de 10 libras, un importante emolumento adicional a sus ingresos profesionales en la corte inglesa. Juan de Gante (1340-1399) al que se le ha presentado nada menos que como el prototipo del “ideal caballeresco del siglo XIV”, fue un noble inglés, duque de Lancaster, conde de Richmond, Derby, Lincoln y Leicester y Rey Consorte de Castilla y León, por matrimonio con su segunda esposa Constanza de Castilla, hija de Pedro El Cruel y antepasada de todos los reyes de Castilla, y después de España, hasta 1700. Fue hijo de Eduardo III de Inglaterra y un actor importante en la Guerra de los Cien Años, que enfrentó intermitentemente a Francia e Inglaterra entre los siglos XIV y XV, de 1337 a 1453.
Después de su primer libro Chaucer fue enviado a Italia por el rey de Inglaterra en asuntos oficiales, lo que lo llevó a Florencia, donde conoció las recientes obras de Petrarca y de Bocaccio y obviamente asumió de ellas una gran influencia, como también de Dante. Es El Decamerón, sin duda, clara fuente de inspiración de su obra cumbre Los Cuentos de Canterbury ( 1388-1400). Tras regresar de Italia, recibió de Eduardo III un galón de vino al día de por vida, en gratitud por un poema escrito para él. También ayudó a introducir la literatura italiana del Renacimiento en Inglaterra, lo que abrió el camino para que otras obras italianas fueran traducidas y difundidas en su país.
A Chaucer se le conoce popularmente como Padre de la Literatura Inglesa, principalmente por dar a su lengua categoría de medio respetable para la erudición medieval, pues antes de él las obras con aspiraciones se escribían en francés o latín. Se conservan y se han editado y reeditado de su autoría 7 libros, entre ellos Los Cuentos, hoy un clásico traducido a múltiples idiomas.
Pero nunca imaginó que sería tan trascendente para lo que hoy conocemos como El Dia del Amor.
En su libro The Parliament of Foules (1380-1382), El Parlamento de las aves, aparece la primera mención del Día de San Valentín en la literatura universal.
Sirviéndose otra vez de la visión onírica, Chaucer escribe la obra en rima real (estrofas de 7 versos en pentámetro yámbico) lo que le da un tono enérgico y animado. El poema empieza con Chaucer como narrador lamentándose por las dificultades del amor: «la vida tan corta, el arte tan difícil de aprender» (verso 1). Se refiere al arte o el oficio del amor, que el narrador no ha conseguido dominar. Mientras lee un libro para intentar aprenderlo, se queda dormido y aparece un guía místico que lo conduce por un paisaje onírico a la corte de la Dama Naturaleza, que está presidiendo el ritual de apareamiento de las aves.
Antes de que las «aves menores» puedan elegir una pareja, las grandes águilas van primero. Pero hay tres machos, todos interesados por la misma hembra. Ninguno se da por vencido, y ninguna de las demás aves pueden hacer nada hasta que el dilema se decida, así que las aves menores y las águilas comienzan un debate parlamentario. La propia Dama Naturaleza es la moderadora y acaba zanjando el dilema preguntándole a la hembra cuál de los águilas preferiría. La hembra responde que no quiere a ninguno, y que esperará tranquilamente al año siguiente para elegir pareja. Las demás aves pueden así elegir a sus compañeros y empiezan a trinar en una alegre celebración del amor. El narrador se alegra por las aves, pero despierta de su sueño, se da cuenta de que sigue sin entender el amor y se pone a leer otra vez.

Incluye Geoffrey en esta narración una sencilla pero imaginativa estrofa que tendría un increíble impacto en toda la Europa de su época y en la historia de la humanidad moderna:
For this was on Saint Valentine’s Day,
when every bird cometh there
To choose his mate, and to be married,
And to take a partner for the year,
And to be coupled in love’s sweet band.
Que en mi atrevida y libre traducción sería:
Porque esto fue el día de San Valentín,
Cuando cada ave viene
A elegir su cónyuge y casarse,
Aparearse y enlazarse
Con la dulce sortija del amor
Así, con el formidable poder de la poesía, cambió Chaucer el concepto del amor ligado a San Valentín, adquiriendo una connotación romántica, una nueva dimensión sensual. Se le llegó a equiparar a Cupido y surgió en Inglaterra El Dia del Amor.
Se había dado un segundo gran paso, luego del de Gelasio I, añadiendo un segundo eslabón a la cadena de éxito de la vida póstuma de San Valentín. La historia conmovería a miles de aprendices y a algunos veteranos del arte del amor. Por toda Europa se decía sin ápice de duda que es el 14 de febrero cuando las aves eligen su pareja. Se creyó como una verdad biológica y trascendió como un conocimiento preciso de la madre naturaleza y su comportamiento romántico: Se había establecido la mágica conexión poética entre la fecha de hoy y el amor de pareja.
A partir de entonces el Dia de San Valentín sería, como es, un día de romance.
Enfrascados en la larga guerra, Inglaterra y Francia no sólo intercambiaban hostilidades. Fluía también con intensidad a través del Canal de la Mancha y sus fronteras terrestres el intercambio de ideas, de literatura y de costumbres. Cada que se celebraba un tratado de paz entre ambas naciones -que fueron varios- las tradiciones de una y otra se adoptaban con entusiasmo para luego volverse a rechazar. Pero no fue así con El Dia del Amor, que los franceses abrazaron con ánimo de rebasar lo avanzado en Inglaterra. Un motivo más de competencia.
No se sabe exactamente quién ni en qué momento, pero inició en Inglaterra durante el reinado de Enrique V (1413-1422) la moda de escribir versos o mensajes amorosos en tarjetas para enviarlas al ser amado el 14 de febrero. La idea se consideró de gusto culto y refinado y las clases altas la acogieron con frenesí.
Ya en pleno Renacimiento, para el siglo XVI en varios países de Europa, principalmente Inglaterra, Francia, Flandes, Holanda y varios reinos de Italia, las clases ilustradas cultivaban la práctica de escribir versos propios o reproducir los de los poetas de sus cortes en tarjetas.
El día De San Valentín estaba arraigado y la influencia de los versos de Chaucer había cundido.
En 1603 Shakespeare estrenó una de sus obras más famosas, Hamlet.
En el Acto 4, Escena 5, Ofelia, que ha perdido la razón después del asesinato de su padre Polonio, y angustiada por el alejamiento de su amado el príncipe Hamlet que ha sido desterrado, dialoga lo que parece un desvarío ante el rey Claudio, asesino de su hermano el rey Hamlet:
“Se lo ruego, no diga nada de esto; pero cuando le pregunten lo que significa, dígales así”: (Canta)
Tomorrow is Saint Valentine’s day,
All in the morning betime,
And I a maid at your window,
To be your Valentine.
Then up he rose, and donned his clothes,
And dupped the chamber door,
Let in the maid, that out a maid
Never departed more.
Otra libre traducción dice así:
Mañana que es día de San Valentín,
todo en la mañana estará dispuesto,
y yo seré la doncella que irá a tu ventana,
para ser toda tuya, tu Valentín.
Entonces él se levantará y se vestirá,
y abrirá la puerta de su alcoba,
para que cruce la dulce doncella
que al partir ya no lo será.
Lo interesante en lo que hoy nos ocupa es que para entonces El Dia de San Valentín y la frase soy, o seré, o fui “Tu Valentín”, ya tenía un significado de todos conocido: una promesa o una entrega de Amor consumado, utilizado por nadie menos que el más grande dramaturgo de todos los tiempos. Cuando Ofelia dice que le ha entregado “su Valentín”, se refiere como lo confirma en la siguiente estrofa, a que le ha otorgado su castidad.
En las siguientes décadas Inglaterra continuó en la delantera y alrededor de 1640 comenzó en Londres una pequeña industria artesanal que elaboraba tarjetas del Dia de San Valentín por pedido, año con año. Eran únicas y reflejaban la personalidad y el estilo de quien las creaba. A menudo, incluían poemas, versos y mensajes de amor escritos a mano, con bellísimas caligrafías. En el Museo Británico de Londres me sorprendió encontrar una gran colección de tarjetas de San Valentín de los siglos XVIII y XIX, que está prohibido fotografiar. Puedes tomar fotos de la inmensa mayoría de las piezas que exhibe, pero no de las tarjetas.
Al contrario, The Victoria and Albert Museum, también de Londres, cuenta con otra colección, menos inmensa, que sí se pueden fotografiar y la British Library Digital Collections ofrece cientos de ellas en venta por internet. Hay otra estupenda colección física en el Museo de Arte de Filadelfia y otra en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington D. C. , ambas de magnífica calidad, pero para mi gusto la mejor de todas está en The Valentine Museum en Richmond, Virginia, que además de tarjetas exhibe objetos como peluches, chocolates, caramelos, pañuelos, mantelería, lámparas y lo que uno no pudiera adivinar.
Dicho de otra manera, la Tarjeta de San Valentín se convirtió en un género de preciosismo plástico romántico maridado con poesía.
En el siglo XVII tuvo un boom la práctica de enviar “valentines”, es decir, las tarjetas asumieron el nombre propio.
En algún momento del mismo siglo se puso de moda el “enamorado anónimo”, es decir el envío de tarjetas con confesiones de amor sin un remitente identificado.
Se convirtió en un clásico al respecto, un breve poema:
Roses are red
Violets are blue
My love for you is true
Conocido originalmente en un tomo titulado «The Fashionable Magazine» publicado en Londres en 1784, se utilizó en miles de tarjetas durante los 2 siglos siguientes.
Se acostumbraba firmar el mensaje anónimo sólo con puntos, a manera de indicio, tantos como letras tuviera el nombre del declarante.
Sin embargo las declaraciones anónimas se tacharon a mediados del siglo XX de mal gusto. Se siguen usando, pero son estadísticamente insignificantes.
A principios del Siglo XVIII ingleses e irlandeses llegados a las colonias de América trajeron las primeras noticias y galas del Dia de San Valentín.
En 1842 Esther Ángel Howland, una mujer poco agraciada físicamente, residente en Worcester, Massachusetts, y que nunca se casó y quizá jamás tuvo pareja, por lo menos conocida, inició un pequeño negocio elaborando tarjetas a mano. Su padre, quien tenía una papelería y mercería recibió un día una tarjeta de San Valentín desde Alemania. La muchacha tomó de ahí la idea. En el negocio de su padre había todos los materiales que requería, con excepción de uno: talento poético, con el que ella sí contaba.
El primer año fue un gran éxito. Llamó a sus tarjetas “Valentine”, como en Europa en el siglo XVII, de manera que se pedían una, dos, tres Valentines, incluso para revender. Al siguiente, comenzó a tomar pedidos con suficiente antelación y se vio obligada a contratar damas del pueblo para que la ayudaran a elaborar las tarjetas, todas a mano. Ella escribía los versos. El tercer año le dio formalidad legal a su empresa y contrató personal con meses de anticipación, principalmente mujeres. El cuarto año la producción no se detuvo, mes tras mes, y puso a disposición del público un amplio catálogo con decenas de opciones. Se convirtió en la principal empleadora de mujeres en Worcester. Cuando los materiales de la tienda de su padre le fueron reducidos para su creatividad, pidió otros inéditos a Nueva York y a Inglaterra.
Se difundieron en toda la nación a velocidad vertiginosa.
La gran mayoría de sus ilustraciones eran niños o angelitos, dotándolas de un ingrediente de ternura y alejándolas de motivos eróticos.
Nunca le llamo Dia del Amor y menos de la Amistad, sino simplemente “Valentine’s Day”, tal como se le conoce actualmente a lo ancho de la unión americana, sin el Saint.
Vendió su negocio en 1881 y murió soltera en 1904 en Quincy. Se le sigue conociendo como “Mother of Valentine’s Day”, pues nadie como ella le dio fama a la celebración en los Estados Unidos.
AMISTAD, DIVINO TESORO
No encontré ninguna mención a la Amistad en fuentes y referencias del siglo XIX ni en la primera mitad del siglo XX en ninguna lengua. Sólo después en español y portugués, que es Dia dos Namorados y también Dia do Amor e da Amizade, por lo que supongo que fue hasta la década de los 50s o 60s que se agregó en la península Ibérica, trascendiendo a Iberoamérica, impulsado por el boom de la comercialización que descubrió que estaba desperdiciando el terreno de una hermana o prima muy cercana, al limitarse al Amor, entendido éste como el sentimiento de parejas.
Finalmente, o en principio, como se prefiera, tanto Amor como Amistad son palabras que proceden en nuestra lengua de la misma familia semántica.
La palabra amistad proviene del latín «amicĭtas» o «amicitātis», que se deriva de «amicitĭa, que a su vez, viene de amīcus, que procede de amāre. Amicitiae se forma del verbo Amare, como amavi, o amatum, cuyo significado es amar, más el sufijo icus, para formar amicus, que indica relación o pertenencia y el sufijo -ia que señala a los abstractos de cualidad.
En la antigua Grecia, se celebraba de antaño el «Día de la Amistad» (en griego, «ἡμέρα τῆς φιλίας», Iméra tís filias) mas no en torno a los amigos, sino en honor a la diosa Filia.
En Estados Unidos se ha venido popularizando en este siglo el Galentine´s Day, que se celebra el 13 de febrero, un día antes del Día de San Valentín, para festejar la amistad entre mujeres. El prefijo Gal, chica o muchacha, fue una adaptación genial. Los grupos de amigas se reúnen en ruidosas fiestas sin novios, hijos ni maridos y el alborozo inunda bares y restaurantes. Muchos no permiten la entrada de hombres ese día.
La verdadera Amistad es una relación sólo por placer. Otras simplemente no lo son. Y bien se sabe que los amigos son la familia que se elige.
Y no es afán de restringir, pues muy conocida es su amplitud. Por ejemplo, puede haber relaciones amistosas donde participa una persona y quizás un animal. No en vano algunas personas catalogan como amistad a su relación con un perro y por algo a este se le conoce como «el mejor amigo del hombre». También se puede dar la amistad incluso entre dos o más animales de especies distintas, incluyendo amistades insólitas de presa y depredador, o supuestos adversarios paradigmáticos: conozco dos, ejemplares, entre perros y gatos.
O las hubo y las hay, sin duda, entre personas de bien con signos políticos o religiosos opuestos, pues se basa en valores profundos como el respeto. Los dos amigos entienden completamente ser dos y no pretenden ser uno.
Dice Cervantes en El Quijote:
Hamete (personaje musulmán) que pocas veces vio a Sancho Panza sin ver al rucio, ni al rucio sin ver a Sancho: tal era la amistad y buena fe que entre los dos se guardaban.
Bienaventurados los que tenemos amigos. Y los que no, pos no.
En México prácticamente, de una u otra formas, todos celebramos la efeméride y la llamamos Dia del Amor y la Amistad, con más asiduidad que Dia de San Valentín. Felicitamos al mayor número de amigos, sobre todo ahora con la disponibilidad del teléfono y las redes sociales, e invitamos a comer a nuestra pareja. Yo prefiero cocinarle que ir a un restaurant como cualquier día, sobre todo por las aglomeraciones.
Pero ni en inglés ni en otros idiomas se le llama Dia del Amor y la Amistad.
Sin embargo, no significa que la celebración conjunta con la amistad no sea ampliamente extendida.
UNA VUELTA AL MUNDO
Por ejemplo los franceses le llaman La Saint-Valentin.
Los alemanes Valentinstag. (día de Valentin)
Los rusos festejan ampliamente el День святого Валентина» (Den’ svyatogo Valentina) que significa sólo Dia de San Valentin, y lo hacen cada vez más desde la caída del régimen soviético, pero ellos tienen el Den Lyubvi, o День любви, que es literalmente Dia del Amor, el 8 de julio. No es tan popular actualmente, pero sí muy antiguo. La iglesia ortodoxa, que no reconoce a San Valentín, celebra el 8 de julio a sus santos Pedro y Fevronia de Murom, patronos del amor y la familia, actualmente festejo muy superado en popularidad por el 14 de febrero.
En Japón, el 14 de febrero se conoce como ヴァぇんちね Vu-a-enchain, Dia de Valentín, también sin el San, pero con un giro interesante: éste día sólo las mujeres regalan chocolates a los hombres importantes de su vida, incluyendo padres, hermanos, amigos y parejas románticas.
Los chocolates se clasifican en diferentes categorías, como el «giri-choco» (chocolate obligatorio), que es deber habitual obsequiar a jefes, compañeros y hasta vecinos, costumbre actualmente muy cuestionada, por no ser del todo voluntaria, sino una tradición que ha sido difícil de romper y causa gran polémica social; el «honmei-choco» (chocolate de sentimiento profundo) y el «tomo-choco» (chocolate de amistad), estos sí, sentimentalmente profundos. Un mes después, el 14 de marzo, se celebra el ホワイトデー ( Howaito Dē), que significa «White Day» en el que los hombres otorgan regalos a las mujeres en reciprocidad. Es obvio que ellos recibieron a Valentine de Estados Unidos. El festejo llegó a Japón en el año 1936, gracias a una campaña publicitaria de la compañía Morozoff dirigida a los extranjeros que vivían en ese país. Sin embargo, no fue hasta finales de los 50s que se convirtió en una tradición popular, gracias a la acción comercial de la cadena Isetan que comercializó chocolates con forma de corazón a precios de ganga.
En China, el 14 de febrero se conoce como 愛情節 (Ài qíng jié), que se traduce literalmente como «Festival del Amor». Ellos también tienen un día tradicional chino llamado 七夕 (Qīxī), textualmente Dia de los Amantes, que se celebra el séptimo día del séptimo mes lunar .
En hindi, una de las lenguas oficiales de la India, el 14 de febrero se conoce como » प्यार दिवस » (Pyar Divas), que se traduce como «Día del Amor»; no se menciona a Valentin, ni se le conoce, pero sí deriva de la usanza occidental. Igual que en Pakistán es una celebración controvertida. Aunque algunos jóvenes en ambos países lo celebran con regalos, tarjetas y citas, hay también una fuerte oposición al festejo por parte de grupos conservadores y religiosos. En la India, algunos grupos hindúes y musulmanes consideran que el Día de San Valentín es una influencia que va en contra de la cultura y la tradición indias. En algunos lugares, se han reportado incidentes de violencia e intimidación contra parejas que celebran el día. En Pakistán, en 2017 el Tribunal Supremo emitió una orden que lo prohíbe en todos sentidos y lo castiga como festejo público.
CELEBRANDO A PROFUNDIDAD
En Tailandia, el Día de San Valentín se ha convertido en una celebración muy popular, especialmente entre los jóvenes. Las ciudades se adornan con grandes corazones rojos, y se pueden encontrar vendedores de peluches, bombones, flores y otros regalos para enamorados en cientos de cruceros y tiendas de Bangkok y otras ciudades. Una de las características únicas de la celebración de los tailandeses es la ceremonia de bodas submarinas el 14 de febrero, que se lleva a cabo en la provincia de Trang, conocida por sus hermosas islas y arrecifes de coral. Las parejas pueden casarse bajo el mar, y los matrimonios pueden renovar sus votos en ceremonias entre 5 y 10 metros de profundidad. Como todo en ese país es muy barato, el precio no rebasa los 100 dólares, incluyendo la renta de equipo y toda la parafernalia.
En Vietnam, algunos lugares como Nha Trang, Da Nang y Phu Quoc han empezado a ofrecer también bodas submarinas. Suelen ser organizadas por resorts y centros de buceo, e incluir detalles como la decoración del fondo del mar, la liberación de peces de colores y la celebración con un almuerzo en una isla cercana.
Algo que jamás imaginaría San Valentín, ni mucho menos su ejecutor Claudio II.
En países africanos que fueron colonias francesas, como Senegal, Mali, Costa de Marfil, Camerún, entre otros, el 14 de febrero se celebra de manera similar a como se hace en Francia, con el nombre de «La Saint-Valentin». No es sólo práctica de jóvenes, sino tiene gran arraigo en los mayores y las parejas de tercera edad suelen también intercambiar regalos, tarjetas, mensajes de amor, y organizar cenas románticas. La influencia cultural francesa sigue siendo fuerte en estos países, por lo que la celebración del Día de San Valentín está plenamente integrada en la cultura local.
En países africanos que fueron colonias alemanas, como Tanzania, Namibia y Togo, el 14 de febrero se celebra de manera similar a como se hace en Alemania, con el nombre de «Valentinstag». Sin embargo, la celebración no es tan extendida, son sólo los jóvenes de hoy en áreas urbanas quienes la han adoptado con entusiasmo.
Y en otros países que fueron colonias portuguesas, como Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe, el 14 de febrero se celebra con el nombre mismo que se utiliza en Portugal, «Dia dos Namorados». La influencia cultural portuguesa sigue siendo fuerte en estos países, por lo que la celebración del Día de San Valentín se ha mantenido viva en las culturas locales.
En Turquía, el 14 de febrero se conoce como «Sevgililer Günü» , Día de los Enamorados. La celebración no menciona a San Valentín pero se ha vuelto popular en las últimas décadas, especialmente entre los jóvenes de las grandes ciudades y los regalos que se intercambian llevan emblemas o símbolos de amor occidentales.
En las ex Repúblicas Soviéticas de Asia, como Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán, el 14 de febrero es una novedad creciente, pues como en toda la URSS no se celebraba. Sin embargo, ha ganado popularidad, como «День святого Валентина» (Den’ svyatogo Valentina), en ruso, aunque sus lenguas sean otras.
INMORALIDAD Y APOSTASÍA
En Arabia Saudita el عيد الحب, eid alhubi, o Dia de San Valentín, se considera una inmoralidad y celebrarlo en público un acto de apostasía. La prohibición se aplicó de manera muy rigurosa, hasta 2019 y constituyó un delito celebrar o promover la festividad de cualquier manera. Eso ha cambiado por ordenes del príncipe heredero que ha relajado las reglas, mientras no sean festejos públicos. En la actualidad en Yemen, en Irak, Irán روز ولنتاین y en Afganistán, siguen siendo rotundamente prohibidos y férreamente castigados. Quienes lo festejen pueden enfrentar castigos severos, que varían según la gravedad de la «ofensa», desde multas cuantiosas los hombres( míinimo mil dólares) hasta penas de cárcel o castigos físicos como azotes en público. Las mujeres invariablemente serían detenidas – así dice la ley- y sometidas a “reeducación” sobre valores islámicos en centros especiales, que incluye golpes con tablas y azotes. Los extranjeros sorprendidos celebrando San Valentín serán expulsados de esos países sin derecho a regresar. En 2014, el Ministerio del Interior saudita prohibió la venta de productos relacionados con el Día de San Valentín, como tarjetas, flores y chocolates, considerándolos
«obsequios del demonio», pero el reglamento se derogó en 2019. Si alguna tienda hubiera sido sorprendida vendiéndolos, se le habría inmediatamente clausurado y sus dueños y dependiente encarcelados. Su destino dependió de la sentencia recibida. Ahora según el periódico Al Arabiya algunos saudíes han aplaudido que los precios de las flores y los regalos con forma de corazón hayan bajado, luego de mucho tiempo inflados por el mercado negro
En Irán, país con gobierno chiita ( líderes Ayatolas) el 14 del mes Esfand se conoce como یالدا یه عشق» , «Yalda-ye Eshgh» o Nacimiento con Amor, referente al día de nacimiento del profeta Mahoma, que es la fecha en la que se celebra lo más cercano a lo que podríamos llamar Dia del Amor. No hay fiestas, sólo rezos y plegarias. Lo mismo, en otros países chiitas, el «Mawlid al-Nabi».
En Malasia las autoridades también han hecho lo posible por acabar con la fiesta. En 2005, el Consejo de Fatwa, que interpreta en el país la ley islámica y dicta decretos, declaró que el Día de San Valentín era antitético y contrario al Islam porque tenía «elementos del cristianismo». Aunque los grupos cristianos instaron al consejo a reconsiderar su decisión, alegando que hay poca relación entre el San Valentín moderno y el cristianismo, la prohibición persiste.
En Egipto y en Marruecos el festejo de San Valentín no está prohibido y ha ido ganando popularidad, especialmente entre los jóvenes. Se pueden encontrar en las tiendas tarjetas, bombones, chocolates y otros regalos con motivos de corazones y de cupido flechando, entre muchos más. A las egipcias modernas les encanta la celebración. El 4 de noviembre, promueve una actitud más expansiva : es un día para expresar gratitud a vecinos, familiares, amigos e incluso a completos desconocidos.
En Corea del Sur, el Día de San Valentín se introdujo en la década de 1970, cuando el país comenzó a abrirse a la cultura occidental y tiene algunas características únicas que lo distinguen de la celebración en otros países. En la década de los 80s del siglo pasado el 14 de febrero se convirtió en una fecha popular para que las mujeres regalaran chocolates a los hombres, como en Japón, pero sin el ingrediente obligatorio, y en la década de los 90s se introdujo una nueva modalidad: el «Día del Negro» ( Black´s Day) que es el 14 de abril, en el que las personas solteras se reúnen a comer Jajangmyeon 간짜장면 (fideos negros) y lamentar su soltería. Suelen ser reuniones propicias para buscar pareja.
En Corea del Norte el Dia de San Valentín también está terminantemente prohibido. El 14 de febrero se celebra el «Día del Ejército», fecha solemne para el régimen totalitario. Ese día se realizan desfiles militares y otros eventos para conmemorar la fundación del instituto armado y se rinde culto al líder supremo, Kim Jong-Un, (en lengua chosŏn’gŭl, 김정은; en hancha, 金正恩). Pero también tienen su «Día del Amor» el 14 de marzo, que se conoce como «Chosonjiol» . Sin embargo, esta celebración no tiene que ver con el amor romántico o de pareja, sino se enfoca en la amistad y el amor hacia el país y, principalmente, a su líder.
En Cuba, país que como todos sabemos estuvo bajo la influencia soviética mientras duró la URSS desde la Revolución castrista de 1959 y sigue oprimida por un gobierno totalitario, su pueblo nunca perdió la tradición de festejar el día de San Valentín, -aprendida de sus orígenes cristianos, e impulsada trascendentemente el 14 de febrero 1841 con un gran baile inolvidable en el entonces nuevo Teatro Tacón- pese a ser repudiado y desdeñado por el régimen que se dice comunista. No son costumbre los regalos costosos por falta de dinero, pero ingredientes infaltables son la comida -moros y cristianos, comúnmente, o “ropa vieja” si alcanza- y sobre todo la música. Es la música una parte integral de la celebración, y se puede escuchar en todos lados, desde las bulliciosas calles hasta el interior de las viviendas rurales.
Además, en Cuba se celebra también el «Día de los Enamorados» el 14 de junio, que es una fiesta que se considera auténticamente cubana, sin influencia del imperialismo ni de lo extranjero. Abundan los conciertos, bailes y otros eventos culturales, muy propios de la indomable alegría isleña.
También comienza en muchos países a tomar fama el Día del Amor Secreto, los 13 o 15 de febrero, cuando los casados y casadas salen con sus amantes. Regularmente se acude a moteles, que en ciudades como México hay ofertas en toda la Calzada de Tlalpan y otras similares.
Claramente el día de San Valentín como se entiende hoy en día es un efecto de la Globalización, como lo son Halloween y el Dia de la Madre que aunque existe en otras fechas en infinidad de países, ha cobrado auge desde finales del siglo pasado. Pero sobre todos está La Navidad. No importa que los países no sean cristianos, como muchos asiáticos, salvo en los musulmanes de gobiernos radicales, la celebración de la Navidad se ha extendido ampliamente, y es ocasión para reunirse a cenar en familia e intercambiar regalos.
ROSAS ROJAS Y CORAZONES
Paralelamente, la entrega de las provectas o vetustas tarjetas con “poemitas” el 14 de febrero ha venido perdiendo vigencia en las últimas décadas. Ahora los regalos se entregan con globos, principalmente en forma de corazón, y las florerías tienen sin duda su mejor día del año.
Mención de todo corazón merecen las Rosas Rojas.
Son sin duda las más solicitadas y obsequiadas este día, y un símbolo universal del amor apasionado.
Han adornado al mundo toda una eternidad. La evidencia fósil sugiere que la rosa surgió a la vida hace alrededor de 35 millones de años. No es de extrañar que en la historia de la humanidad su vínculo simbólico con el amor sea milenario. Cuando nosotros aparecimos, ellas ya estaban aquí
Todos conocemos la leyenda mitológica de Afrodita y su amante Adonis, el hombre más hermoso del que la mitología griega hace mención. Afrodita, diosa griega del amor, la belleza y la sexualidad, y la hembra más bella de la creación -sean diosas o humanas- era casada con el feo Hefesto. Corroído éste por los celos, y sabedor que Adonis gustaba de la caza, tomó la forma de un cebado y apetitoso jabalí que atrajo al cazador y lo hirió de muerte. Afrodita hasta el Olimpo escuchó el grito de dolor de su joven adorado y descendió angustiada a Creta, pero sólo alcanzó a verlo morir. De sus lágrimas mezcladas con la sangre de Adonis brotaron por primera vez las rosas rojas. Al maravillarse, esperanzada acudió a Zeus quien la complació y devolvió la vida a Adonis. En la mitología griega, el amor de Afrodita por Adonis se convirtió en ícono de amor eterno. Los griegos y los herederos de su mitología, los romanos, tuvieron tatuada en su cultura desde los tiempos más remotos el nexo de las rosas con el lenguaje del amor y las ofrecían en sus rituales a Afrodita unos y a Venus, su par, los otros. También se dice que Afrodita dio el nombre de Eros a su hijo como anagrama de Rose. Este dios del deseo y la atracción sexual, regularmente aparece coronado de rosas.
Eros es el antecedente griego del romano Cupido, (deseo) mucho más ligado a la simbología moderna del amor, y a los motivos ilustrativos del Dia de San Valentín. Es hijo de Venus y Jupiter, representado como un niño desnudo, alado, nalgón, y ¡muy travieso! , armado con arco, carcaj y flechas que a quien alcanzan hieren de amor irremediablemente. Nadie, ni dioses ni humanos, ni él mismo, son inmunes a sus flechazos. Venus prefirió esconderlo en el bosque temiendo que Júpiter lo matara sabedor del daño que causaría en el mundo. Lo amamantaron fieras, que sólo a él respetaban. El destino quiso que Cupido se mantuviera a salvo. Se formó hermoso como su madre, audaz como su padre, e incapaz de ser guiado por la razón, a la manera de sus selváticas nodrizas. También se le pinta rodeado de rosas.
La primera imagen de una rosa como posible ofrenda de amor data del siglo XVI a. C. y se encontró en Cnossos. La isla de Rhodas lleva el nombre que le otorgaron los fenicios por sus cultivos de rosas. Bulgaria es en la actualidad el mayor productor de rosas en Europa y Colombia el mayor exportador de esas flores en el mundo.
Específicamente las de color rojo, son mencionadas en cientos o quizá miles de poemas. La palabra «rosa» o alguna de sus derivadas aparece más de 70 veces en las obras de teatro y sonetos de Shakespeare y es la flor que más menciona. Aún y siendo como lo es, un adorador de las palabras, escribió en homenaje a su belleza:
A rose by any other name would smell as sweet
Una rosa, con cualquier otro nombre retendría la dulzura de su aroma
Y Sor Juana Inés de la Cruz, en su severidad monacal, las fustiga por vanidosas y se ve impelida a recordarnos que también mueren, como si su esplendor nos cegara a tenerlo en mente :
Rosa divina que en gentil cultura
eres con tu fragante sutileza
magisterio purpúreo en la belleza,
enseñanza nevada a la hermosura
¡cuán altiva en tu pompa, presumida,
soberbia, el riesgo de morir desdeñas;
y luego, desmayada y encogida,
de tu caduco ser das mustias señas!
Robert Burns, poeta escocés, realizó entre 1787 y 1803 una recopilación de las más antiguas canciones escocesas y reunió 300 en su libro «A Select Collection of Original Scottish Airs for the Voice». Una, según dice de fecha inmemorial comienza diciendo:
My love is like a red, red rose
That’s newly sprung in June
Mi amor es como una rosa roja, muy roja
que recién ha brotado en junio
Las florerías modernas incorporaron en su catálogo los corazones, tanto o más antiguamente relacionados con el amor que las mismas rosas, pero hoy más fáciles de enviar gracias al papel metálico. Han tenido un enorme éxito en los últimos 30 años.
De tiempos inmemoriales es sabido que las culturas más antiguas consideraron el corazón como el centro de las emociones y del alma. Aunque hoy es anatómicamente una verdad absolutamente refutable, el símbolo sigue más vivo que nunca, reforzado gracias al moderno lenguaje de los emoticones.
Por supuesto, los encontramos lo mismo como cojines que como caramelos y chocolates.
LA RESIDENCIA DEL ALMA
Para los antiguos egipcios el corazón era el hogar de la emoción humana, el centro del pensamiento, de la voluntad, de la conciencia y la intención. Para ellos no era ninguna alegoría, sino una realidad física. Era el corazón parte esencial del alma.
En la tradición egipcia, al morir, todo humano debía realizar un viaje hacia el más allá y al final del trayecto, en la puerta de acceso a la eternidad, era sometido a una psicóstasis o juicio del alma, prueba determinante en la que era juzgado de acuerdo a la propia conciencia. Consistía en pesar su corazón teniendo al otro lado de la balanza, en el otro platillo, la pluma de Maat, que representa la verdad, la justicia y la regla. Si el corazón no fue lo suficientemente puro, pesará más que la pluma y en ese caso el viajero será devorado por un terrible monstruo llamado Ammit, entre león, hipopótamo y cocodrilo y en ese acto será destruido para siempre, cancelando la posibilidad de vida eterna, como si no hubiese existido nunca.
La idea metafórica que en la actualidad tenemos del corazón como lugar de la anatomía donde residen los sentimientos, el bien y el mal, procede de aquella creencia, que seguramente nos llegó vía los griegos y Aristóteles, que igualmente, dos mil años después, teorizaba que era el corazón el órgano vital que albergaba emociones, sentimientos y deseos.
También en la mitología egipcia, Hathor, representada como una mujer con orejas o cabeza de vaca, cuernos liriformes y disco solar, era la diosa del amor, la alegría, la música y la danza. Tuvo un único hijo Ihy, con la misión específica de “alegrar los corazones” de los dioses con su música.
Parece claro que desde el principio de los tiempos de nuestra cultura la referencia al corazón fue emblemática de asuntos relacionados con nuestras emociones, incluidas por supuesto las más profundas.

Desde los avances del renacimiento se descubrió que realmente las emociones no residen en el corazón, pero tal parece que simbólicamente a nadie le importo, ni le importa en nuestros días. El supuesto sigue teniendo enorme vigencia.
No cabe duda que durante este 14 de febrero, el emoti del corazón será el más enviado por las redes.
Pero bien pensado, el dibujo geométrico del corazón que usamos como símbolo no es idéntico al corazón anatómico. En el Antiguo Egipto la representación pictórica de los corazones era muy similar a su forma real por lo que se pintaba como una vasija y Galeno sugería que semejaba una piña.
La más antigua imagen de la “forma de corazón” que usamos en la actualidad podemos encontrarla en algunas pinturas de la época clásica griega ilustrando las semillas de Silfio, que también apareció en monedas, una planta que se supone extinta, parecida al hinojo, que gozaba de propiedades medicinales; su significado estaba ligado a la prosperidad, la amistad y la salud, no al amor, pero tienen o tenían la misma forma que los corazones de los naipes de ahí tomada. Por eso los negros, como los tréboles, tienen tallo. Es probable que sea el origen copiado de la figura semiótica actual. También las hojas de hiedra tienen “forma de corazón” y fascinantemente las brácteas de los Anturios.
PASION, ENTREGA, FERVOR Y MARTIRIO
En la literatura, el corazón se ha utilizado para representar diferentes tipos de amor, como el amor romántico, el amor familiar, el amor a Dios, y el amor a lo bueno, es decir a la bondad.
También tuvo una gran influencia icnográfica la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y su relación con la pasión, la entrega, el fervor y el martirio. Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Jesús ayudaron a relacionar el corazón con estos sentimientos. Pero fue Santa Margarita María de Alacoque quien popularizó el Sagrado Corazón en el catolicismo.
Como sea, la «falta de parecido» entre el símbolo actual y el órgano, “es considerablemente exagerado”, como dice certeramente Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford.
Pero, la famosa forma del corazón afestonado, es decir con borde superior dibujado con dos líneas curvas repetidas en continuo o dos semicírculos que se unen en una punta de flecha hacia abajo, hoy tan comúnmente utilizada ¿sugiere la hoja de la planta de silfio? ¿alude a los glúteos, a los senos, a una vulva, o a todos estos juntos sumados en una sola insinuación sexual?
Es cuestión de percepciones. Tu decides.
En el arte europeo, el símbolo del corazón amoroso registra la primera representación artística de alguien que lo dio a su amada en una imagen mencionada a menudo en la historia de la iconografía del corazón. Es una ilustración del manuscrito francés del siglo XIII conocido como Le Roman de la poire (Romance de la pera), del poeta Thibaut de Blaison, que es relativamente poco conocido. Piet Vinken, un historiador de la medicina y la ciencia denominó a esta imagen la «primera ilustración de un corazón fuera de la literatura anatómica”, es decir con un significado alegórico.
En fin, que alejado de la realidad como lugar donde residan las emociones tal cual lo creían los antiguos y del ícono semejante al órgano, tampoco es meramente un símbolo inconexo con las funciones orgánico-emotivas, pues tiene mucho de realidad aquello de que el amor se siente en el corazón. Nos lo dice de manera innegable la melodiosa canción del brasileño João de Barro:
Não sei porque
Ele meu coração
Bate feliz
Quando te vê
POPULARIDAD SIN VENERACIÓN
Siendo tan famoso, festejado y celebrado, sin embargo San Valentín no es un santo venerado, en el sentido de rendir culto a alguien sagrado o del verbo latino venerārī, origen del término, que significa «solicitar la buena voluntad”.
Quizá para él sea más cómodo ser un santo popular sin que nadie le pida nada, que para eso está San Antonio, a quien frecuentemente las y los creyentes ponen de cabeza.
Tampoco se le adora, como en mayor o menor medida a la gran mayoría de los personajes que ocupan los nichos en los templos. Más aún, San Valentín no es popular en los altares, ni es fácil encontrar en ellos su figura, ni existen congregaciones, hermandades o cofradías dedicadas a su culto.
Lo que sí abundan son sus reliquias, es decir, sus presuntos restos.
Según National Geographic una docena de templos católicos de Europa afirman tener entre sus “tesoros” algún hueso de San Valentín y una de ellas presume que posee su corazón.
“En una basílica de Roma, Santa María de Cosmedin, se exhibe su supuesto cráneo; en un convento de Glasgow, se dice que podemos ver una caja de oro en la que se encuentra su esqueleto, incluyendo otro craneo; en una basílica de Praga, el hueso de su hombro es una atracción, en España, en la madrileña iglesia de San Antón, los supuestos restos de San Valentín permanecen encerrados dentro de un habitáculo de cristal; en Terni, la ciudad italiana donde supuestamente nació, sus reliquias son el atractivo de la Basílica de San Valentino, cuya primera versión se construyó supuestamente sobre su tumba”. Y párrafos arriba hablamos de otra tumba en la Puerta de San Valentín, que fuera la Porta Flaminia, en la muralla de Aurelio.
En todos ellos son, si acaso, unos cuantos curiosos los que acuden a visitarlo.
Así ha sucedido desde hace más de mil 500 años.
Además, su identidad compite con otros dos “San Valentín”, que supuestamente también fueron martirizados en el siglo tercero, y la misma iglesia católica no tiene certeza plena de su historia personal. Tanto, que en 1969, bajo el pontificado de Pablo VI y tras el Concilio Vaticano II, la Fiesta de San Valentín fue eliminada del calendario católico ante las dudas que existen sobre el origen pagano de su historia.
Sin embargo, aunque “descontinuado”, por una gracia papal no se le eliminó de la nómina de mártires y se dejó en libertad a los creyentes para seguirlo considerando santo.

Lo cierto es que la iglesia no recibe muchos dividendos de su franquicia.
Nada comparado con la enorme derrama comercial que genera su día.
En Estados Unidos, según la Federación Nacional de Minoristas (NRF) los estadunidenses gastan en Valentine’s Day un promedio de 193 dólares por pareja, uno de los gastos más altos en celebraciones del año. En total, en 2023 el gasto en San Valentín alcanzo 26 mil millones de dólares, cerca de 87 dólares por habitante. Representó un aumento significativo con respecto a años anteriores. Los obsequios más populares fueron flores, chocolates, joyería, cenas y, allá todavía, tarjetas de felicitación.
En Europa el gasto varía enormemente según el país. España fue uno de los que más gasto registró con 122 euros por pareja y el promedio en restaurantes por comensal fue de 25 euros. Francia fue con Italia el país que más gastó en viajes cortos en pareja el más cercano fin de semana que fue del 15 al 17 en 2023. Es interesante observar que, según un estudio, el 43.7% de las personas encuestadas en España llevan más de 6 años de relación con su pareja, y el 24.58% llevan entre 1 y 3 años. Esto sugiere que San Valentín es una fecha importante para las parejas establecidas en ese país, mientras el 46% de las parejas que llevan menos de un año de relación gastaron en 2023 menos de 40 euros en regalos.
En el Reino Unido, el gasto promedio de las personas encuestadas en San Valentín fue de alrededor de 40 libras para los hombres y una cantidad significativamente menor para las mujeres, un promedio de 14. En total, se estima que los británicos gastaron alrededor de 500 millones de libras en regalos y celebraciones para Valentine’s Day, un promedio per capita de 7.46 libras.
Desde los años 80s del siglo XX, prácticamente no puede faltar el salir a cenar o comer, según el país. Tanto, que llega a ser incómodo por lo saturado y porque muchos lugares que no son de primera categoría han cancelado las reservaciones para el 14 de febrero, de forma que hay que llegar e irse temprano o resignarse a lista de espera.
Cientos o miles de restaurantes preparan menús especiales para el 14 de febrero.
La más lujosa y romántica opción sería festejar en París, por lo menos una vez en la vida, donde hay varios restaurantes muy solicitados para cenar ese día. Algunos de los más destacados son:
– Le Cinq. Ubicado en el hotel Four Seasons George V, es un restaurante de alta cocina francesa con tres estrellas Michelin. Ofrece un menú especial único para San Valentín:
Nos amuse-bouches
Caviar vieilli Royal Oscietra, gelée de coquillages, sorbet pistache
Asperges vertes précoces servies avec un jus infusé à la truffe noire et une gelée d’agrumes
Cocotte de Saint-Jacques sautées, saveurs des bois
Gratin de spaghettis, homard breton, sauce corail et vin jaune
Mélange de bœuf Wagyu, d’herbes fraîches et de truffes noires
Pamplemousse croquant, frais et confit
Croustillants chocolat noisettes, glace malt whisky givré
Kouign-amann, la pâtisserie de mon enfance
Notre chariot de chocolat
Costo por persona: 965 Euros. No incluye bebidas.
– Passionné. Es un excelente restaurante también de alta cocina francesa con un especial para San Valentín a 350 euros por persona. Ese día no habrá carta, sino un menú único de 7 tiempos: Ambuse Bouche, Dos entrantes, pescado, carne, prepostre y postre:
Aperitivos
Crosnes y trufa negra en velouté y bizcocho
Primera entrada
Declinación de vieiras y abulón, brócoli y algas japonesas
Segunda
Ternera Wagyu a la parrilla, condimento de cebollino, muselina de patata Maïwen
Pescado
Saint-Pierre cocido a la meunière, col al vapor con bottarga, caviar de Beluga
Carne
Pollo Miéral Bresse asado, bogavante azul a la plancha estilo Marengo, coliflor asada y salsa de azafrán
Pre-postre
Kiwi y albahaca refrescados con Chartreuse verde
Postre
Postre de San Valentín con frutos rojos y chocolate
Costo por persona € 350. No incluye bebidas, pero la casa propone:
Acuerdo 3 copas €90; 4, €120 y 5 €150
Ofrece una experiencia gastronómica única y emocionante en un ambiente sofisticado y moderno .
-MADAME BRASSERIE, algo más popular pero muy romántico, en el primer piso de la Torre Eiffel
Amuse-Bouche
Vichyssoise de langostino, jugo cremoso de carapacho
Entrante
Huevo perfecto, estofado de setas, ostra y cebolla verde a la parrilla
o
Marinera de dorada con lima, jugo de chirivía con aceite de perejil
Plato Principal
Vieiras a la plancha, risotto de apio y diente de león
o
Pollo de Arnaud Tauzin al pote, verduras tiernas de invierno y trufa
Postre
Corazón de chocolate, gel de naranja sanguina y granola de cacao
o
Arroz con leche de coco, vainilla de Tahití y confitura de mango-maracuyá
Bebidas incluídas:
- 1 copa de Champagne Devaux
- Tres copas de vino a elección
- Café o té
Precio por persona €295, 60
En el Segundo piso de la Torre Eiffel, Jules Verne, un restaurante con dos estrellas Michelin ofrecerá en San Valentín una carta especial, a elegir :
- Cangrejo al estragón
- Vieiras soufflées con trigo sarraceno, salsa dieppoise y caviar oscietra
- Raviolis de langostinos con crema de parmesano y gelatina de remolacha
- Mollejas de ternera caramelizadas al estilo de Grenoble, jugo graso
- Pera escalfada con miel, zéphyr de reina de los prados, tarta fina
Precio entre 105 y 230 Euros por persona.
En franco plan turístico por el Rio Sena, el legendario restaurant-crucero Maxim´s, te ofrece para San Valentín
Contemplar los más bellos monumentos de la Ciudad Luz mientras disfruta de un ambiente musical de jazz proporcionado por nuestro pianista.
Deleite su paladar con un menú preparado por nuestro Chef con productos meticulosamente seleccionados. Disfrute de una comida en la más pura tradición gastronómica francesa acompañada de vinos seleccionados por nuestro sumiller.
MAXIM’S
ENTRANTE:
Burrata pugliese, crujiente de aceitunas en aceite virgen, verduras de temporada, brotes de alcachof a
o/Mi cuit de foie gras de pato tradicional, crema de frutos rojos, magdalena de Sarrazin
o/Snack de atún mediterráneo, tomates de cosecha propia guisados con pimientos dulces, virutas de queso de oveja
PLATO PRINCIPAL
Magret de pato laqueado, miel y granos de mostaza, verduras del momento
O/Tournedos de boeuf, grenailles rôties à la fleu de sel de Camargue, salsa Choron
O/ Lubina asada con hierbas de los maquis, risotto vénéré (arroz negro)
Plato de quesos madurados (Brie de Meaux, Comté, sainte Maure) Opcional (+8€)
POSTRE: Tartaleta de chocolate, crujiente de praliné
O/Merengue de limón fresco
O/ Contraste, crema de vainilla, compota de frutos rojos
Menú vegetariano
Gyoza de verduras asiáticas con mango verde fresco y albahaca tailandesa
Quinoa cremosa con curry, verduras de temporada
Tatin de manzana revisitado
BEBIDAS INCLUIDAS
1/2 botella de agua, 1/2 botella de vino + copa de champán + café o té.
195 EURO PP
Podría agregar a la lista de París cualquier cantidad de magníficos lugares, pero no es el caso. Sólo incluiré uno más, para quienes buscan comida vegetariana, vegana, sin gluten, etcétera : Guy Savoy
Incluso si eres un carnívoro empedernido quedarás fascinado.
Si no vas a Paris y vives en la Ciudad de México, te comento que se está organizando una gran cena de parejas en Chapultepec, por primera vez en la historia, aunque yo prefiero la intimidad.
Pero donde sea que lo festejes, que sea con alguien para ti muy especial.
Lo de menos es que San Valentín haya o no existido.