El político español Pablo Iglesias, creador del partido Podemos, viene a hacer negocio con Morena. Hace días anunció la creación de un medio de comunicación y ya lo promociona en diversos espacios, entre ellos con Julio Astillero, en donde, a pregunta expresa, dijo que será bienvenida la publicidad oficial. Lo que yo entiendo, luego de ver la entrevista, es que el gobierno de México patrocinará al político español para tratar de tener un medio de comunicación de gran alcance en el país.
De todo el espectro nacional de medios de comunicación, solo se han convertido en afines más o menos tres de alguna importancia. Los grandes medios de comunicación, que llaman «tradicionales» con un filón despreciativo, hacen un periodismo no cómodo para el oficialismo. Como ejemplo, pongo a Aristegui Noticias, que, después de décadas de buena relación con Andrés Manuel López Obrador, vio cómo la amistad se acabó por el ejercicio profesional de Carmen Aristegui, quien sigue en la misma tesitura que cuando, por ejemplo, denunció la Casa Blanca de Peña Nieto.
La cuña de Podemos en Morena
Abraham Mendieta, quien en 2015 estaba en el equipo de elaboración de discursos de Podemos en España, se vino a México y milita en Morena. Incluso tiene oficina en la Cámara de Senadores. Probablemente, es uno de los morenistas que apuntaló el proyecto de comunicación de Iglesias. Un dato al margen: Mendieta es oficialmente el novio de la senadora por Chihuahua, Andrea Chávez.
Los argumentos de Pablo Iglesias
El español al parecer vendió la idea que había prefigurado en la FIL de Guadalajara en 2023: “La gente no milita en los partidos políticos en general, milita en los medios de comunicación; los grandes creadores de opinión no son los dirigentes de partidos, son las figuras que tienen la suerte de tener a millones de personas que les escuchan a través de dispositivos audiovisuales o que les leen”. El dicho suena interesante y llama a la reflexión.
La delgada línea entre el periodismo y la política
Entre sus argumentos, hay uno que le viene como anillo al dedo a la 4T y está muy en consonancia con el discurso de seis años de Andrés Manuel López Obrador: “Lo que más ataca a la libertad de prensa es que los grandes medios de comunicación sean propiedad de millonarios (…). Es evidente que influyen, determinan y condicionan. El golpe de Estado de Chile no se entendería sin el principal periódico chileno, El Mercurio, que recibió dinero y construyó el discurso de legitimación de dicho golpe”, apuntó Iglesias en su conferencia en la FIL de 2023.
El gran argumento
“La derecha ha entendido mucho mejor que la izquierda que los medios de comunicación son condición de posibilidad del éxito, y el poder mediático es el poder político fundamental en sociedades en que se deja a la gente votar. Hasta que la izquierda no entienda que sin poder mediático estará condenada a la derrota, los éxitos electorales que pueda conseguir terminarán transformándose en derrotas.”
El gran argumento (II)
“En la izquierda todavía hay quien piensa que hacer política de manera inteligente es llevarte bien con los medios de comunicación existentes, que hay que tener relación con ellos; pero o hay una voluntad política de construir medios alternativos o será completamente imposible llevar a cabo procesos de transformación político-social”. Aquí está el argumento que probablemente convenció al gobierno mexicano de patrocinar un medio de comunicación al español, quien, por cierto, no ha pedido, en lo que le corresponde, disculpas por la conquista de los aztecas.
Las mañaneras del Jefe de Gobierno
Andrés Manuel López Obrador se convirtió en una gran figura política nacional porque, siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, apapachó a los periodistas. No los descalificaba ni los agredía un día sí y el siguiente también. Tampoco tenía en primera fila a un Lord Molécula, con una actitud abyecta e inmune al ridículo. Los reporteros y los medios de comunicación en general le fueron afines, y tras el intento de desafuero torpemente operado por Vicente Fox, se convirtió en la figura política nacional con la fuerza suficiente para postularse a la presidencia y perder, si es que perdió, por un precario 0.56 por ciento. Generalmente se sostiene que hubo fraude para que ganara Felipe Calderón.
Las mañaneras del Presidente
Después de dos intentos fallidos por llegar a la presidencia, en 2018 lo logró. Sin embargo, el jovial Jefe de Gobierno, que era adorado por los reporteros de a deveras, se rodeó de reporteros de a mentiras e inició una política de confrontación con los medios. Esta es otra de las herencias a Claudia Sheinbaum, que ahora, al parecer, los españoles de Podemos le quieren remediar con el patrocinio oficial… ya veremos.