Pérez Cuéllar el más aceptado
Roy Campos, de la empresa de demoscopía Mitofsky, dio a conocer ayer los resultados de los tracking robóticos que realiza cotidianamente para el diario de la capital del país El Economista. Vale la pena la puntualización porque es común escuchar que las encuestas las gana quien las paga. Estas las paga el matutino de la capital del país, y la publicación de referencia es exclusivamente sobre cómo quedan ranqueados en una encuesta nacional los alcaldes del estado de Chihuahua. Según Mitofsky, en diciembre el alcalde con mayor aceptación entre sus gobernados fue el juarense Cruz Pérez Cuéllar, con una aceptación del 56.2 por ciento. Ya la misma empresa lo había publicado como el más popular entre sus gobernados en una medición que se hizo entre las ciudades más grandes del país por su número de habitantes.
Bonilla en un sólido segundo lugar
El alcalde de la capital, Marco Bonilla Mendoza, ocupa el segundo lugar en popularidad con un 54.9 por ciento. Aquí hay que mencionar que la empresa de Monterrey Rubrum, quien utiliza el mismo método robótico, telefónico y aleatorio que Roy Campos, coloca en su medición a Bonilla en primer lugar y a Cruz Pérez Cuéllar en el número nueve, lo que sigue siendo una buena noticia para el juarense, ya que gobernar Chihuahua es un paseo, mientras que enfrentar los rezagos y la problemática de Juárez tiene más retos que gobernar el estado. Bonilla, en por lo menos estas dos mediciones, suele salir entre los tres primeros lugares mes a mes.
Jesús Valenciano es el número 26
El alcalde de Delicias, Jesús Valenciano, quien aspira a la candidatura del PAN a la gubernatura de Chihuahua en el 2027, abiertamente ya con anuncios espectaculares y bardas por todo el estado, ocupa el lugar número 26 con un 52.7 por ciento de aceptación. Lo que no está mal, ya que se miden cientos de municipios, pero eso no lo acerca a la candidatura con un Bonilla tan bien evaluado.
Rodelo, único petista
El alcalde de Villa Ahumada, Iván Rodelo, de origen petista, se coloca a nivel nacional en el lugar número 29 y cuarto en el estado de Chihuahua en lo que a aceptación ciudadana por su gestión se refiere, con un 52.6 por ciento de aceptación. Muy joven aún, pinta para ser de los referentes del PT en el estado, tan escaso de figuras y aún como patrimonio familiar de los Aguilar Gil.
Beto Pérez, quinto entre los 67 del estado
El alcalde de Cuauhtémoc, Humberto Pérez Mendoza, quien cumple con su mandato como alcalde de la tercera ciudad en el estado por su número de habitantes, cuenta con una aceptación del 51.4 por ciento, lo que lo coloca como el quinto alcalde por su popularidad en el estado y 51 a nivel nacional. Aquí debemos hacer hincapié en el avance de Morena en este municipio, que hacía presagiar una derrota del panista que iba por la reelección, pero la popularidad personal de Beto Pérez, muy por encima del partido, dio la sorpresa y cumple su cuarto mandato como presidente municipal.
Parral, sexto en el estado
El presidente municipal de Parral, Salvador Calderón, quien le arrebató la alcaldía al grupo de Alfredo Lozoya y Movimiento Ciudadano, está en un precario 46.8 por ciento de aceptación y, a nivel nacional, ocupa el lugar 105. Aquí también Morena es una fuerza en ascenso.
Sheinbaum, la más aceptada
Por encima de la gobernadora y del alcalde de Ciudad Juárez, se encuentra la presidenta Claudia Sheinbaum, con un 59.9 por ciento de aceptación popular. Aun cuando es la más aceptada de los políticos, Chihuahua como estado se encuentra en el número 22, o sea, que en 21 estados la presidenta tiene mejor evaluación.
Maru en el top ten
La gobernadora María Eugenia Campos Galván ocupa el noveno lugar entre los 32 ejecutivos estatales y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, lo cual no está nada mal, sobre todo si consideramos que Javier Corral se mantenía en los lugares veinte. Alguna vez ocupó el penúltimo, y su mejor posición fue el número 17. Campos Galván cuenta con una aceptación del 52.2 por ciento. Incluso su aceptación en Juárez no es tan mala como la que tuvo Corral, lo cual no está mal si consideramos que en más de tres años no ha hecho nada en beneficio de los fronterizos, salvo empezar y seguir construyendo la Torre Centinela, la que seguramente nunca llegará a 20 pisos, como lo anunció recién llegó a la gubernatura.