De pena ajena y desalentador resultó la dinámica para la designación de candidatos independientes a la presidencia de la república, entre los requisitos estaba un proceso de recolección de firmas de apoyo. Cada candidato debía reunir 866,000 firmas, estos apoyos debían provenir de por lo menos 17 de las 32 entidades federativas.
Pero todo resultó en un proceso manchado por la desfachatez y la poca vergüenza de algunos de los aspirantes. Específicamente hablaremos de los tres aspirantes que supuestamente habían logrado la obtención de la totalidad de las firmas requeridas, hablamos de Armando Ríos Piter, Jaime Rodríguez El Bronco y la ex primera dama Margarita Zavala de Calderón.
De los 48 candidatos registrados, sólo estos últimos tres hicieron entrega de las firmas recabadas al Instituto Nacional Electoral INE para su verificación. En el camino se quedaron figuras como el periodista Pedro Ferriz de Con y la representante indígena María de Jesús Patricio.
Pero de todos ellos sólo la ex primera dama Margarita Zavala llegará a las boletas del próximo 1 de julio, porque los aspirantes a una candidatura, en su afán por materializar su ambiciones presidenciales, recurrieron a toda clase de trampas y marrullerías para juntar las dichosas firmas, pero de todos Margarita hizo trampa, pero «nomás poquito», como dice Hilario Ramírez «Layín», el ex alcalde de San Blas, Nayarit.
El INE encontró que El Bronco, introdujo casi 388,000 firmas falsas entre las dos millones de rúbricas que respaldaban su candidatura. Mientras que el exsenador Ríos Piter contaba con más de 900,000 firmas falsas de un total de un 1, 700,000. Las adulteraciones eran principalmente, en credenciales electorales falsas, fotocopias u otros documentos que carecen de validez para votar. En el caso de la esposa del ex presidente Calderón, el INE, reportó que de las firmas recabadas por la señora Zavala 219 mil 344 eran firmas fraudulentas, también informó que registró un millón 578 mil 774 firmas, de las cuales sólo pudo validar un millón 89 mil 512. Del total recaudado 212 mil 198 fueron tomadas de fotocopias, seis mil 714 de documentos inválidos y 432 de credenciales falsas.
Aun así la señora cínica y descaradamente celebró en su cuenta de Twitter el que el INE le haya perdonado el fraude que realizó para obtener su candidatura. De ese tamaño y para eso sirven nuestras instituciones, para validar fraudes.
Parece ser que en nuestro país la máxima por la que se rigen nuestros políticos es la de: «haiga sido como haiga sido» hasta la de violentar la ley y las instituciones, pero «nomás poquito».
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