1 La actual dirigente estatal de Morena, Brighite Granados de la Rosa, es una joven nativa de Ciudad Juárez de sólo 30 años de edad, de alguna manera parte de ese relevo generacional del que habló alguna vez en las Mañaneras Andrés Manuel López Obrador. Llegó a la presidencia del CDE de Morena en una reñida contienda con Ana Carmen Estrada García, exdiputada al Congreso local y actual síndica del municipio de Juárez. La elección en donde salió triunfante Granados de la Rosa fue muy reñida. Con la asistencia de los 90 consejeros estatales, obtuvo el apoyo de 47 de ellos, mientras que 43 votaron por su contrincante. Fue una victoria cerrada.
2Tenía sólo 28 años, en agosto de 2022, cuando fue electa a la presidencia estatal de Morena, y a los pocos meses empezó a hacer “muchachadas”. Aprovechó que a 20 empleados de Morena que no eran de su agrado se les vencía el contrato y no los renovó. Es de mencionarse que en este grupo se encontraba quien en forma provisional había estado al frente del comité municipal del partido: Luz Elia Marín Rentería. Sobre esos despidos, Granados adujo: “en su mayoría optaron por continuar su camino laboral por otros horizontes, a lo cual nosotros somos respetuosos y agradecidos por el tiempo que auxiliaron en el partido”. Falso. Por lo menos la vida de Luz Elia era el partido.
3En la misma elección de Brighite Granados de la Rosa —quien, por cierto, proviene de una respetable familia que ha destacado en los ámbitos académico y artístico—, fue también votado como Secretario General del CDE de Morena, Omar Holguín Franco, joven cercano a Andrés Manuel desde los tiempos de vacas flacas y de las confianzas de Bertha Luján, madre de Luisa María Alcalde, dirigente nacional del partido en el poder. Por cierto, por estatutos, es el único que tiene la potestad para convocar a una asamblea extraordinaria del consejo, compuesto por 90 miembros seleccionados mediante votación.
4Observadores políticos hablan de la inminente caída de Brighite Granados, quien ha cometido más “muchachadas” en estos dos años de dirigente, lo que ha despertado el repudio de 65 de los 90 consejeros, 18 más de los que la llevaron a la presidencia, como quedó de manifiesto en la reciente visita de Luisa María Alcalde, en donde se leyó una carta de tres cuartillas manifestando la inconformidad por la dirigencia estatal. Omar Holguín no necesitará convocar a sesión extraordinaria para el cambio de dirigencia; en 15 días se reúne el Consejo, por convocatoria nacional, para revisar la estructura del partido y cubrir vacantes del CDE, y por supuesto, es el momento adecuado para un eventual cambio de presidenta. Pende de un hilo la permanencia de Granados de la Rosa. Fueron muchas “las muchachadas”.