Este 8 de marzo se celebra de nueva cuenta el Día Internacional de la Mujer, pero este año no es una fecha cualquiera, este 2018 llegamos a este día con los ánimos renovados y con la absoluta certeza de los grandes cambios en los últimos tiempos, pero conscientes también de lo mucho que nos queda por avanzar en materia de derechos para la mujer en el mundo y en el país.
Esta fecha se eligió desde 1975 en memoria de las obreras muertas en un incendio en una fábrica textil en Nueva York en 1911 y las circunstancias en las que murieron, ya que se encontraban bajo llave para obligarlas a trabajar, sin posibilidad de escapar. Por lo que la fecha se empezó a asociar con los derechos de la mujer trabajadora, que con el tiempo se transformó en la lucha de los derechos de la mujer en general.
Este año, se siente diferente, ya no es el día en que los hombres felicitan a las mujeres simplemente por una diferencia de cromosomas.
El 8 de marzo es un día de reflexión sobre los muchos rezagos que todavía sufre las mujeres con respecto a los hombres, es un día de reivindicación de los derechos de la mujer y un día de conmemorar el largo camino que otras alrededor del mundo han recorrido en la búsqueda de mejores condiciones de vida, trabajo y salud para nosotras.
Movimientos como el #MeToo, #YoTambién, Delata a tu cerdo o el Time´s Up, han traído nuevos bríos a la lucha feminista en el mundo, sabemos que el camino aún es largo y habrá muchos obstáculos, pero cientos, miles de mujeres antes que nosotras en peores circunstancia no se quedaron calladas. Callarse ahora es fallarles a ellas y a nosotras mismas.
Este 8 de marzo, no regales flores ni chocolates, no es un 10 de mayo adelantado.
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