Siempre se ha dicho que los viajes ilustran, y ciertamente la gobernadora Maru Campos ya no es la misma de 2021; ahora es una mujer mucho más ilustrada gracias a sus viajes. Espero que haya tenido tiempo para algún que otro libro, ya que las lecturas también son ventanas al mundo e ilustran. De hecho, se puede combinar muy bien un viaje de varias horas acompañado, en su caso, de un buen libro.
Probablemente ya viene de regreso de China, concretamente de Taiwán, a donde viajó para promover que empresas de semiconductores se instalen en nuestra entidad, señaladamente en Ciudad Juárez, lo cual es, desde todos los puntos de vista, loable.
Pero, siempre salen los peros, quizá hubiera sido más práctico, barato e inteligente ir primero a la Ciudad de México, para entrevistarse con la directora de la Comisión Federal de Electricidad, Emilia Esther Calleja Alor, que sabe del asunto como dos millones de veces más que Manuel Bartlett Díaz, para garantizar el suministro del fluido tan indispensable para las fábricas de semiconductores y tan escaso en la fronteriza Ciudad Juárez y en todo el país.
El problema de falta de electricidad en la frontera es tan grave, que desde hace más de un año un Supermercado González, una cadena con por lo menos una docena de tiendas en la frontera, no ha podido abrir su última sucursal, totalmente terminada y lista para ponerse a funcionar en cuanto les garanticen el suministro de electricidad.
En la misma situación están las ampliaciones de varias empresas de la industria de exportación, las cuales han pospuesto sus planes por no tener garantizado el servicio.
En lontananza no se ven chinos
Los herederos de Chiang Kai-shek ni se van a parar en Juárez; desde allá, desde la isla de Taiwán, donde se elabora el 80 por ciento de los semiconductores del mundo, saben que hay problemas de electricidad en México, y consecuentemente en Chihuahua y Ciudad Juárez.
Urge que las autoridades federales, ya que la generación de electricidad es materia federal, se den a la tarea de crear las condiciones para aprovechar el nearshoring o relocalización de cadenas de suministro. Aplaudimos la iniciativa de la gobernadora Maru Campos, las intenciones no pueden ser mejores. Sin embargo, un viaje a la Ciudad de México hubiera sido de más provecho; no hubiera necesitado intérpretes con Emilia Esther Calleja y, en un descuido, se hubieran tenido resultados tangibles, mejores y alcanzables.
Sin embargo, ya tenemos una gobernadora más ilustrada. No olvidemos que los viajes ilustran, aunque no venga ningún chino de Taiwán más, porque los chinos ya están en Juárez, con Foxconn, empresa que, entre su gama de productos, también fabrica semiconductores. Seguramente, con su experiencia de décadas en la frontera, tienen un análisis muy completo sobre las posibilidades de expansión en la zona. Actualmente, tienen una enorme fábrica en Santa Teresa, México. San Jerónimo, o Gerónimo, es un nombre que salió de la nada hace unas tres décadas; esta fábrica es tan grande que emplea a seis mil fronterizos. A propósito del nombre de la zona, acá de este lado, tal vez adoptemos el nombre, aunque esa zona siempre fue Santa Teresa desde el Virreinato… pero ese es otro tema. Aquí el asunto es que tenemos una gobernadora más ilustrada.