Con solo cinco días al frente de la presidencia municipal de Chilpancingo, Guerrero, fue asesinado de manera perturbadora el alcalde Alejandro Arcos Catalán, quien el pasado domingo 6 de octubre apareció decapitado en su camioneta: el cuerpo dentro y la cabeza sobre el toldo.
Tres días antes, su secretario del Ayuntamiento, Francisco Tapia Gutiérrez, fue acribillado en una céntrica plaza de la ciudad de Chilpancingo. Y el 27 de septiembre, a solo tres días de haber tomado posesión, el jefe de policía designado para encabezar la corporación municipal de la capital del estado de Guerrero, Ulises Hernández Martínez, fue baleado y asesinado junto con su acompañante.
Arcos Catalán ganó la alcaldía como candidato de la alianza PRI-PAN-PRD en las pasadas elecciones, lo que refleja el contexto de creciente violencia en Guerrero. Un video grabado por el alcalde antes de su muerte ha adquirido una nueva dimensión tras su asesinato.
En un video de apenas 42 segundos de duración que se ha viralizado en redes sociales, Arcos, con una mirada firme, expresaba su conexión y amor por Chilpancingo, la ciudad que lo vio nacer y crecer, según consigna la agencia Infobae:
“A mí me han preguntado cómo me gustaría que la gente me recordara el día que ya no esté en esta tierra, y yo les he pedido que me recuerden como un promotor de la paz, un promotor de la felicidad, del desarrollo. Eso es lo que aspiro en esta ciudad. Yo nací en esta ciudad, aquí he crecido, aquí he hecho mis estudios, aquí he vivido toda mi vida, nunca me he ido, y aquí quiero morir, pero también quiero morir luchando por mi ciudad, por mi municipio”, dijo.
**Llegó la muerte**
Las imágenes se viralizaron rápidamente, causando sorpresa e indignación a nivel nacional e internacional.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, comunicó a través de sus redes sociales: “Han asesinado a nuestro alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y hace apenas tres días al secretario de este mismo Ayuntamiento, Francisco Tapia. Llevaban menos de una semana en el cargo. Funcionarios jóvenes y honestos que buscaban progreso para su comunidad”.
El PRD, al que pertenecía Arcos, alzó la voz por la falta de gobernabilidad en Guerrero y exigió a la presidenta Claudia Sheinbaum el pronto esclarecimiento del brutal asesinato.
Estos asesinatos son solo un reflejo pálido de lo que vive el estado de Guerrero en los últimos años. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado de Guerrero no ha manifestado ninguna información respecto a las líneas de investigación o posibles hipótesis sobre las causas de los crímenes.