*Ganó Chihuahua
La marcha por la dignidad que encabezó el gobernador Javier Corral desde la línea fronteriza en Ciudad Juárez, hasta el Hemiciclo a Juárez en la Ciudad de México, rindió los frutos esperados: los chihuahuenses recibirán los 900 millones que le escamoteaban la Secretaría de Hacienda por las implicaciones que lo coluden con la triangulación de fondos públicos para campañas priistas y cuyo eslabón que los une es Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, quien está detenido en una prisión del estado de Chihuahua y por supuesto la extradición del ex gobernador César Duarte Jáquez, quien no obstante tener once órdenes de aprehensión no se había movido un dedo par traerlo de la vecina ciudad de El Paso a rendir cuentas a la justicia mexicanas, por los presuntos delitos de peculado por mas de mil millones de pesos, hasta el momento.
*La presión social
Fue necesaria una fuerte presión del gobierno del estado de Chihuahua, con un gran respaldo social, para que las autoridades federales reaccionaran ante la arbitrariedad de retener fondos a Chihuahua, con la finalidad de presionar a que la investigación sobre «Operación Zafiro», que trata de la triangulación de fondos desde la Secretaría de Hacienda a los estados para que estos a su vez los regresen a través de empresas fantasmas y así financiar campañas priistas, como lo ha denunciado en múltiples ocasiones el gobernador Corral.
*Jornada redonda
La marcha de los chihuahuenses, que tuvo un gran respaldo social a lo largo de sus más de cuatro mil kilómetros y su paso por doce entidades, alertó a la Federación sobre el pulso social en estos momentos de cambio en la presidencia de la república, es claro que la campaña que se estaba viendo perjudicada era la del candidato oficial José Antonio Meade y se beneficiaba a las campañas tanto de López Obrador, como de Ricardo Anaya.
*Desatino de Armando Cabada
Desde hace meses, el periodista de televisión Héctor González, había denunciado amenazas a la integridad personal y de su familia, en aquel momento fue sólo una denuncia de hechos, porque los mensajes venían del «patrón» y aunque González siempre identificó al patrón como a Armando Cabada, lo cierto es que no era jurídicamente probable, pero el pasado primero de febrero el alcalde juarense se salió de sus estribos y amenazó en público y con palabras soeces al periodista, quien interpuso una demanda por amenazas de muerte contra el iracundo alcalde, quien no obstante haber dado ya muestras públicas de su mal talante, sigue con una buena aceptación entre los electores.
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