“El Departamento de Justicia acusó a Google de mantener un monopolio ilegal sobre búsquedas y publicidad en búsquedas, en el desafío legal más importante del gobierno al poder de mercado de una empresa de tecnología en una generación”, publicó The New York Times.
La agencia acusó a Google, una unidad de Alphabet, de utilizar varios contratos y acuerdos comerciales exclusivos para bloquear la competencia, de acuerdo con la demanda, presentada en un tribunal federal en Washington, DC, este martes 20 de octubre.
“Dichos contratos incluyen el pago de miles de millones de dólares por parte de Google a Apple para colocar el motor de búsqueda de Google como predeterminado para los iPhones. Al usar contratos para mantener su monopolio, dice la demanda, la competencia y la innovación se han resentido”, según el Times.
En un comunicado, Google respondió describiendo la demanda como “profundamente defectuosa”.
“Esta demanda no haría nada para ayudar a los consumidores”, dijo la compañía.
“Por el contrario, apuntalaría artificialmente alternativas de búsqueda de menor calidad, elevaría los precios de los teléfonos y dificultaría que las personas obtengan los servicios de búsqueda que desean utilizar”, señaló.
De acuerdo con el Times, el fiscal general William P. Barr, quien fue designado por el presidente Trump, “ha desempeñado un papel inusualmente activo en la investigación”.
“Presionó a los abogados de carrera del Departamento de Justicia para que presentaran el caso a fines de septiembre, lo que provocó el rechazo de los abogados que querían más tiempo y se quejaban de la influencia política. Barr ha hablado públicamente sobre la investigación durante meses y ha establecido plazos ajustados para los fiscales que lideran el esfuerzo”.
La demanda puede extenderse durante años y podría desencadenar una cascada de otras demandas antimonopolio de los fiscales generales estatales. Aproximadamente cuatro docenas de estados y jurisdicciones han realizado investigaciones paralelas y se espera que presenten quejas por separado contra el control de la empresa sobre la tecnología para la publicidad en línea, de acuerdo con The New York Times.