(Primera de dos partes)
Fray José Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra, nació en la ciudad de Monterrey en 1765 y murió en la Ciudad de México en 1827, su vocación fue el claustro. Ingresó en la Orden de Santo Domingo de Guzmán, estudió en el Colegio de Porta Coeli, aprendió latín, griego, humanidades, retórica, filosofía y teología, ordenándose de sacerdote.
En un sermón desatinado, efectuado en el Santuario de la Colegiada, un 12 de diciembre de 1794, ante la presencia del virrey Juan Ruíz de Apodaca, del Arzobispo, de la Audiencia del Cabildo y de lo más granado de la sociedad, puso en duda las apariciones de la Santísima Virgen de Guadalupe, por ese hecho se le condenó a pasar diez años desterrado en el Convento de las Caldas, cerca de Santander en España, a perpetua inhabilidad para la cátedra, el púlpito, el confesionario y la pérdida del título de doctor en Teología.
En 1796 pidió permiso para ir a Madrid, a fin de que el Consejo de Indias lo oyera en justicia, pero en el camino a Salamanca, equivocó el rumbo, siendo aprehendido de nuevo, lo confinaron en el Convento Franciscano de Burgos, de donde escapó, refugiándose en Bayona en 1801, de allí pasó a Burdeos y luego a París, como intérprete del acaudalado José Sarea, Conde de Gijón, quien hizo fortuna en Perú.
En París se juntó con Simón Rodríguez, ex maestro de Simón Bolívar, iniciaron una academia para la enseñanza del idioma español, al traducir la novela Atala de Francois René Chateaubriand (1768-1848), el cual se opuso a Napoleón Bonaparte erigiéndose en defensor del espíritu cristiano, enfrentándose a Volney Constantín Francois de Chasseboeuf (1757-1826), autor de Las Ruinas de Palmira o Meditaciones sobre las Revoluciones a los Imperios, obra que inspiró a los anarquistas del siglo XIX, lo que le valió a Fray Servando Teresa de Mier, a que lo designaran a la Parroquia de Santo Tomás. Servando Teresa de Mier abandonó en 1802 los hábitos y consiguió secularizarse en Roma.
En París conoció al político e historiador de Lucas Alamán (1792-1853), quién en 1803 acompañó en viaje de estudios al excelente geógrafo y naturista de Alexander Von Humboldt (1769-1859). Cuando volvió a Madrid, Servando Teresa de Mier fue aprendido a causa de una sátira escrita en la defensa de la Independencia de la Nueva España, por esa diatriba se le envió a Sevilla preso de donde escapó en 1804, siendo otra vez detenido por soplar el fuego de la independencia hispanoamericana, estando tres años prisionero, hasta que el Papa Pío VII (1800-1823), lo nombró prelado doméstico por haber convertido a la fe católica a dos rabinos.
El rey Carlos IV (1788-1808), no obtuvo disciplina, ni espíritu de trabajo, ni conciencia de la grandeza de España, presentando señales de abatimiento y decadencia, que diferencia con la inteligencia y las miras del déspota ilustrado de su progenitor Carlos III (1759-1788).
Ocupó el trono Fernando VII de 1808 a 1821, el cual fue aprehendido y llevado preso a Francia hasta el año 1814, en su lugar el pérfido y artero de Napoleón Bonaparte, asignó como suplente en el reino de España a su hermano José, alías «Pepe Botella», siendo arrastrada España en el carro de Francia como satélite.
Servando Teresa de Mier se alistó en la fuerza realista para combatir al Ejército Francés, como cura castrense y Capellán del Batallón de Voluntarios, en Belchite cayó prisionero de los franceses pero consiguió fugarse, presentándose con el General Blake (1759-1827), quién lo recomendó a la Junta de Sevilla por sus buenos servicios, dicho general fue designado por las Cortes de Cádiz en la Segunda Regencia. La Regencia de Cádiz le concedió a Servando Teresa de Mier, una pensión de 30 mil pesos anuales sobre la mitra de México.
Servando Teresa de Mier se trasladó a Londres en donde colaboró con el sevillano de José María Blanco y Crespo (1778-1844), ex canónigo magistral de la Iglesia de San Fernando en Sevilla, editando el periódico El Español en donde defendía la independencia hispanoamérica. Allí mismo Servando Teresa de Mier conoció a Francisco Javier Mina, quien nació en Otano, Navarra, España en 1789 y fue fusilado en 1817 en el Cerro del Bellaco, frente al Fuerte de los Remedios en Guanajuato.
Francisco Javier Mina ingresó en el Ejército del Centro en 1808, combatiendo a las fuerzas invasoras de Napoleón Bonaparte, al ser apresado fue encarcelado en el Castillo de Vincennes, volvió a España intentando encabezar una revuelta para restablecer la Constitución de 1812, huyó a Francia y de ahí a Inglaterra donde se relacionó con Servando Teresa de Mier quien lo convenció de organizar una expedición libertadora en la Nueva España y con ello provocar un huracán revolucionario.
Mina salió de Liverpool un 16 de mayo de 1816 en un bergantín, llevando 32 oficiales tanto de españoles como italianos e ingleses, desembarcando en Norfolk, E.U., en donde pudo armar tres embarcaciones denominadas «Cleopatra», «Neptuno» y «Congreso Mexicano», alistando a 250 oficiales y sargentos, reclutó en St. Thomas de las Antillas Inglesas a 200 hombres, regresó a Galveston, E.U. salió el 16 de mayo de 1817 hacia Soto La Marina, internándose al país de la Nueva España al frente de 300 hombres.
En la Hacienda del Cojo se apoderó de 700 caballos, cruzó el Río Tamesí, para salir al Valle del Maíz, derrotando a una fuerza de 400 realistas en la Haciendo de Pestillos, camino de San Luis Potosí, batió a 2,000 realistas, tomó Real de Pinos, Zac., llegó al Fuerte del Sombrero en la Sierra de Comanja, a un paso del rancho de Ferrero en donde atacó al jefe realista Ordoñez, quien murió en dicha acción, Mina perdió en dicha batalla gran cantidad de armas y 160 de sus hombres fueron hechos prisioneros, el 7 de julio de 1817 atacó la hacienda del Jaral apoderándose de 300 mil pesos en barras de plata.
El 12 de julio de 1817 el mariscal de campo Pascual Liñán expidió una proclama declarando a Mina: «Traidor al Rey y a la Patria», ofreció una gratificación de $500 pesos a quién lo entregara.
Puso Mina sitio al Fuerte de los Remedios cerca de Pénjamo, encargando la defensa al padre Antonio Torres, Mina salió a incursionar a la Hacienda del Bizcocho, logrando tomar San Luis de la Paz, de regreso fue perseguido por el Coronel Orrantia el cual fue derrotado por Mina en la Hacienda La Caja, Mina decidió atacar Guanajuato con 1,400 hombres, fracasando en ese intento.
Mina se retiró a descansar con un grupo de sus hombres de confianza en el Rancho del Venadito, sorprendido por los realistas durante el sueño fue atacado y conducido preso ante el coronel Orrantia, fue trasladado al campamento de Liñán, frente al Fuerte de los Remedios, fue fusilado en el Cerro del Bellaco un 11 de noviembre de 1827.
Los restos de Francisco Javier Mina descansan en la Columna de Independencia de la Ciudad de México.
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