Arquitectos de todo el mundo han comenzado a compartir sus visiones de cómo la Catedral de Notre Dame en París debe ser restaurada, luego del fuego que arrasó con la emblemática construcción el pasado mes de abril, que destruyó el techo, y muchos de esos diseños miran más hacia el siglo XXI, que hacia el siglo XVIII.
El Primer ministro francés Edouard Philippe, ha anunciado que se ha abierto una competencia a nivel internacional, para reemplazar la icónica torre conocida como “la aguja”, la cual colapsó durante el fuego, iniciado en las obras de reconstrucción que se llevaban a cabo en la iglesia, construida durante la edad media. “Esto es obviamente un enorme desafió y una responsabilidad histórica, dijo el Primer ministro el mes pasado, mientras hacía un llamado a que el nuevo diseño “se adaptara a las tecnologías y retos de nuestro tiempo”.
“El resultado ideal sería una cuidadosa combinación que respetara lo antiguo dominante con lo mejor de lo más nuevo”, dijo el arquitecto británico Norman Foster, cuyos proyectos incluyen la remodelación del Reichstag o Parlamento en Alemania, lo anterior lo dio a conocer en una carta enviada al diario estadounidense The Washington Post, que ha recogido en una nota parte de esos proyectos que comienzan a circular en las redes. Hasta el momento, el célebre arquitecto no ha enviado su propuesta, y ha declarado que no piensa hacerlo. Lo que es cierto es que muchos comparten su opinión acerca de los trabajos de restauración de Notre Dame.
Muchos creadores los cuales han dado a conocer sus proyectos en las redes sociales, proponen reponer las vigas de madera, las cuales se conocían con el nombre de “el bosque”, con nuevos materiales los cuales incluyen acero y cristal. Algunos incluso plantean convertir el techo en un espacio público en el que se puedan apreciar la vista panorámica de la capital francesa.
La decisión final está a meses de tomarse, los expertos aún evalúan los daños. Pero una vez que un diseño sea aprobado, lo que es seguro es que, arquitectos, trabajadores de la construcción, y artesanos entrarán en una carrera contra el reloj para cumplir el plazo impuesto por el presidente francés Emmanuel Macron quien ha dado un límite de cinco años para reconstruir la mítica catedral.
Foster se muestra confiado: “Francia posee una envidiable reputación para la realización de grandes proyectos. Teniendo en cuenta estos antecedentes, no hay razón para que la optimista promesa de Macron no se vea realizada”, expresó el conocido Arquitecto.
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