La violencia contra la prensa en México se ha cobrado la vida del primer periodista del 2019. El reportero Rafael Murúa Manríquez, de 34 años, fue asesinado, colaboraba para el periódico Diario Independiente en Baja California Sur. Su cuerpo fue hallado entre la maleza este domingo con diversas lesiones.
Murúa Manríquez estaba en el programa de protección a periodistas del Gobierno mexicano a causa de las constantes amenazas que recibía por su trabajo periodístico.
El periodista tenía 10 años de trayectoria profesional, colaboraba con el periódico local Diario Independiente y era fundador y director de RadioKashana, un proyecto de radio comunitaria que implementó en las ciudades de Santa Rosalía, Guerrero Negro y Cabos San Lucas.
Según información proporcionada por las misma autoridades el cuerpo del reportero presentaba diversas perforaciones hechas con arma punzocortante en el tórax. La Procuraduría de Baja California Sur no ha relacionado su asesinato con su quehacer periodístico.
Sin embargo, para sus allegados el homicidio está estrechamente ligado a su labor como reportero. Cristina Medina, amiga y colega de Murúa Manríquez asegura que él era uno de las pocas voces críticas del gobierno municipal de Mulegé. Redes de corrupción y nepotismo en las oficinas públicas figuran entre las investigaciones del comunicador.
El periodista había dado a conocer en sus redes sociales, el acoso y amenazas del que era objeto, lo que lo llevó a él y a su familia a abandonar el estado por unos meses en 2017.
Apenas en noviembre de 2018, Murúa Manríquez denunció a través de sus redes sociales del constante acoso del actual gobierno municipal. «Ejercer el periodismo en Santa Rosalía me ha traído bastante satisfacción, incluyendo un título profesional, pero también varias amenazas de muerte, intentos de censura al más dictatorial estilo, calumnias, traiciones, enemistades» escribió en su cuenta de Facebook.
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