El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, fenómeno que en nuestro país alcanza cifras alarmantes. En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su Artículo 6, específica los distintos tipos de Violencia contra las Mujeres: La psicológica, la física, la patrimonial, la económica, la violencia sexual y cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.
Según cifras oficiales el 66.1 por ciento de las mujeres en nuestro país ha sido víctima alguna vez de agresiones de tipo física, sexual, laboral y emocional. De estas agresiones, sólo son denunciadas un 9.4 por ciento, mientras que un 2.2 por ciento solicitan ayuda a alguna institución, mientras que el 88.4 por ciento, no se reportan, muchas veces por que los agresores están en el círculo más próximo a la víctima.
Según cifras de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), la cual lleva un registro de los casos de violencia a las mujeres de 15 años en adelante. En México, el 27 por ciento de las mujeres son víctimas de su pareja, en el 15.5 por ciento de los casos el agresor es un vecino o amigo; el 3.4 por ciento padeció violencia perpetrada por algún familiar distinto a la pareja, y 1.0 por ciento reportó haber sido víctima de violencia en el ámbito escolar. Las mujeres también son víctimas de violencia y discriminación en el terreno laboral, alrededor de 15{1735f8c4d45cf8a7c22ecbf90211e3be8db77eaf7294ee842f16f03e71870070} de las mujeres de 15 años y más que alguna vez en su vida trabajó o solicitó trabajo, les fue requerido un certificado de no gravidez como requisito para su ingreso al trabajo, o las despidieron por embarazarse, o les redujeron el salario.
Si bien la violencia contra las mujeres afecta al conjunto en general, en lo particular, ésta afecta de manera considerable a los grupos más vulnerables: migrantes, indígenas, las mujeres en situación de pobreza, las niñas y adolescentes, y mujeres miembro de la comunidad LGBT.
Las entidades que presentan los niveles más altos son la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Aguascalientes y Querétaro. Por el contrario, las que tienen la prevalencia más baja son San Luis Potosí, Tabasco, Baja California Sur, Campeche y Chiapas.
De todas las formas de violencia contra la mujer, la más grave es el feminicidio, siendo éste la suma de todas estas, es su culminación. Y en América Latina, el feminicidio alcanza cifras pavorosas. De entre estos países, México se encuentra en los primeros lugares.
El feminicidio ha alcanzado proporciones alarmantes en México. Se estima que en los últimos 25 años ocurrieron más de 35 mil defunciones de mujeres con presunción de homicidio. Actualmente la tasa de mujeres asesinadas en nuestro país es de 7.5, diariamente.
Además distintas agrupaciones mencionan que hay 15 mil 466 desaparecidas, más de 50 mil mujeres son víctimas de trata y se cometen 36.5 violaciones diarias.
La violencia contra la mujer en nuestro país, está muy lejos de ser erradicada.
Fuente: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) y Red TDT.
En memoria de las hermanas Mirabal
Cada 25 de noviembre desde 1981 es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en memoria de las hermanas Mirabal: Minerva, Patria y María Teresa, mujeres de origen dominicano, y férreas opositoras al régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).
Las hermanas Mirabal, habían nacido dentro de una familia acomodada en la provincia dominicana de Salcedo. Con preparación universitaria, las Mirabal se oponían al régimen de Trujillo, al que habían combatido por cerca de diez años, dentro de la agrupación política 14 de Junio. Minerva y María Teresa, estuvieron presas.
El 25 de noviembre de 1960, después de visitar a sus esposos en la cárcel, los cuales también eran opositores al régimen, fueron interceptadas de regreso a casa, por agentes de la policía secreta los cuales las asesinaron a garrotazos, los cuerpos de las mujeres fueron puestos de vuelta en el auto en el que viajaban junto a su chofer, el cual también fue asesinado, y lo desbarrancaron para hacerlo pasar como un accidente automovilístico. Al momento de morir, Patria tenía 36 años, su hermana Minerva 34 años y María Teresa 25 años.
Cuando las encontraron sus cuerpos estaban destrozados, y los golpes no concordaban con las circunstancias en que se había dado el supuesto accidente.
La brutalidad con la que fueron asesinadas las tres hermanas, y la publicidad que se le dio al caso, precipitaron la caída del régimen y el fin del dictador, el cual fue asesinado en mayo del año siguiente.
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