La reina del soul, Aretha Franklin, ha muerto en Detroit a los 76 años. El representante de la artista confirmó el fallecimiento, según la agencia AP, a causa del cáncer de páncreas. Con ella desaparece la última gran representante de la era dorada de la música negra en Estados Unidos.
Hija de un conocido reverendo, comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre y sacudió el panorama musical por su gran virtuosismo vocal y por introducir el sonido góspel en la música popular.
El mundo de la música se volcó inmediatamente en demostrar su admiración por el legado que dejó la artista. Sir Paul McCartney fue uno de los primeros en compartir su agradecimiento a la cantante a través de Twitter: «Tomemos un momento para dar gracias por la hermosa vida de Aretha Franklin, la Reina de nuestras almas (souls, en inglés), que nos inspiró a todos por muchos años. Se la extrañará, pero el recuerdo de su grandeza como músico y un buen ser humano vivirá con nosotros para siempre”. Siguieron su ejemplo Elton John, quien afirmó que «su piano estaba subestimado» y declaró que era una de sus pianistas favoritas. Barbra Streisand también publicó una reflexión: «Es difícil concebir un mundo sin ella. No solo fue una cantante excepcionalmente brillante, sino que su compromiso con los derechos civiles tuvo un impacto indeleble en el mundo”.
Fue acreedora de 18 premios Grammy y con 10 millones de discos vendidos. Será recordada por sus legendarios éxitos como Respect o (You make me feel) A natural woman.
En enero del 2009 cantó en la toma de posesión del presidente Barack Obama, primer presidente negro de la historia estadounidense. La reina del soul dijo después que aquel día vivió el momento más emocionante de su carrera.
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