Momentos de tensión se viven en estos momentos en la frontera de México con Guatemala, luego que la caravana compuesta por cerca de 4,000 centroamericanos, en su mayoría hondureños, lograron derribar las vallas de seguridad del lado guatemalteco, con lo que consiguieron ingresar a territorio mexicano, a unos metros del puesto de control migratorio mexicano. Entre gritos de “¡sí se puede, Guatemala!”, los migrantes avanzaron en caravana y superaron el cerco de policías guatemaltecos apostados para impedirles la entrada al país vecino en el puente internacional.
Los migrantes comenzaron a correr para entrar a México y más de 3 mil esperan ingresar a Tapachula, Chiapas, donde se toparon con el contingente de la Policía Federal enviado hace unos días a la frontera sur, por presión de los Estados Unidos, en su intento por ingresar al lado mexicano atacaron con palos y piedra a los federales.
Por su parte el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, reclamó el hecho de que a la vanguardia de la caravana vayan mujeres y niños, los cuales son usados como “carne de cañón”, según palabras del Secretario mexicano.
“La policía no violentará a una mujer ni un niño, pero (el uso de la fuerza) lo estamos valorando, lo que hay es un rompimiento de acuerdos”, dijo en una entrevista para Milenio.
Navarrete Prida solicitó retomar al diálogo y pide a los integrantes de la Caravana que su entrada a nuestro país se de en orden y apegado a la leyes migratoria mexicanas. Aseguró que no se utilizará la violencia “contra una población que es vulnerable”, sin embargo se privilegiará el respeto a la ley.
El contingente se quedó detenido en el puente internacional que une la ciudad de Tecún Umán, Guatemala, con Tapachula, Chiapas. Autoridades mexicanas han hecho saber a los migrantes que el ingreso al país será ordenado, privilegiando a mujeres y menores.
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